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Los enunciados exclamativos son aquellos enunciados que permiten al hablante expresar emociones y sentimientos con espontaneidad y simpleza. Por ejemplo: ¡No puedo creerlo!
Los estados anímicos que pueden encerrar los enunciados exclamativos son diversos: sorpresa, susto, alegría, nostalgia, incertidumbre, dolor, arrepentimiento, enojo y muchos otros.
En la oralidad, los enunciados exclamativos se caracterizan por una elevación del tono de voz en la fase inicial, para luego hacer un rápido descenso de aquel.
En la escritura, los enunciados exclamativos se plasman a través del uso de los signos de exclamación (¡!) que enmarcan la oración. El signo de apertura de la exclamación lleva el punto suprascrito (es decir, arriba), mientras que el de cierre lo lleva suscrito (esto es, abajo).
En español se considera un error ortográfico escribir solo el signo de cierre, lo que sí es correcto en inglés. No se debe dejar espacio entre el signo de exclamación de apertura y la primera palabra del enunciado, tampoco entre la última y la del signo de de exclamación de cierre, que también cumple la función de punto, cuando tras ésta se abre un nuevo enunciado.
Puede suceder que se encadenen varios enunciados exclamativos, cada una de ellos delimitados por sus correspondientes signos de exclamación, o bien se pueden considerar como partes de un único enunciado.
Pero cuando la exclamación está compuesta por duplicaciones o reduplicaciones, lo más usual es que se asuma como un todo la estructura exclamativa y que los signos se coloquen solo al principio y al final.
Suelen ser enunciados exclamativos las interjecciones aplicadas con diversas intenciones, como las apelativas, las expresivas y las representativas. También las onomatopeyas, las expresiones de sorpresa o de ironía, las órdenes, las súplicas, los augurios y la manifestación de un deseo. Esto significa que un enunciado exclamativo puede a la vez ser exhortativo o desiderativo.
La duplicación o triplicación de los signos de exclamación solo se admiten bajo ciertas situaciones comunicativas
Las oraciones exclamativas (o exclamatorias) se utilizan para expresar sentimientos que hacen al emisor reaccionar con énfasis, de modo que dichas oraciones se suelen destacar por sobre las demás. Por ejemplo: ¡Qué golazo!, ¡Feliz cumpleaños!
La palabra exclamar quiere decir “que transmitir emociones”. Estas oraciones se pueden identificar fácilmente cuando están escritas ya que siempre van acompañadas por signos de exclamación o admiración que, en el idioma castellano, se colocan tanto en el inicio (¡) como en el cierre de la oración (!) tomando el lugar del punto. Por ejemplo: ¡Qué bueno verte! Supe que volviste a mudarte.
Algunas expresiones exclamativas conforman oraciones del tipo unimembre, que simplemente marcan una reacción repentina o un sentimiento. Por ejemplo: ¡Qué sorpresa! o ¡Viva la patria!
Es importante mencionar que en el momento en el que una oración expone su carácter exclamatorio, pierde en cierta medida su vocación de enunciar o describir algo, aun cuando no deja de hacerlo. Por ejemplo, si escuchamos exclamar: ¡Se terminó la guerra!, seguramente percibimos que quien lo dice está celebrando ese hecho, y no solamente comunicándolo.
Las oraciones exclamativas pueden expresar:
Alegría. Por ejemplo: ¡Me saqué un diez en el examen de anatomía!
Sorpresa. Por ejemplo: ¡Miren, ese chico es el que nos ayudó ayer a subir las cajas de la mudanza!
Enojo. Por ejemplo: ¡Ya cállense de una vez!
Las oraciones exclamativas se diferencian entonces de las oraciones interrogativas, que son las que se emplean cuando se quiere preguntar algo. Estas también comienzan y terminan con un signo (¿?), que cumple las mismas condiciones que el exclamativo. Por ejemplo: ¿Cómo hago para llegar al museo de arte?
A veces, cuando se quieren combinar ambos tonos, se pueden colocar los dos signos en una misma oración. Por ejemplo: ¡¿Recién ahora aterriza el avión?!