como se relacionan las ideologías con la primera guerra mundial, la segunda y la revolución rusa
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Muchos de los relatos sobre el conflicto armado más grande de la historia humana, la Segunda Guerra Mundial (SGM), suelen obviar u olvidar que gran parte de las causas del conflicto estaban pre-figuradas desde las ideologías dominantes (o ascendentes) de ese momento, y esto se debe en cierta medida a que el mismo concepto de ideología está en desuso. Muchos personajes (periodistas, políticos, académicos, etc.) insisten en que ya no existen diferencias sustanciales entre unas y otras; sin embargo, cada cierto tiempo suceden acontecimientos que nos remiten a ellas. Las tres ideologías en disputa fueron (en orden de aparición): liberalismo o capitalismo, socialismo-comunismo, y el fascismo; sistemas enemigos a muerte, aunque, conforme se desarrolló la Guerra, se dieron alianzas y coqueteos desde todos los bandos. La Revolución Rusa comenzó en 1917, el Zar dimitió y los bolcheviques al final negociaron la paz con Alemania un año después. Diferentes potencias (incluidas bastantes democracias liberales) trataron de detener la revolución; temerosas de que la llama se extendiera, enviaron tropas al territorio ruso. Antes incluso de la aparición de la URSS, existía (y existe) un temor hacia el comunismo, pues éste plantea la transformación radical de la sociedad. Cosas como: abolir la propiedad privada de los medios de producción y acabar con las clases sociales están filosóficamente en contra del idealismo y, por ende, de la religión. Además de buscar la desaparición de fronteras y finalmente del Estado, esta agenda teórica pone a los comunistas en la extrema-izquierda. Tras la Primera Guerra Mundial (PGM) en 1918, Italia y Alemania se encontraban muy insatisfechas con el tratado de Versalles. El país germano quedó sumamente debilitado, su territorio fue mutilado y se le prohibió tener ejército; además, se le culpo por la guerra y fue obligado a pagar las consecuencias de ésta. Italia, que estaba con los vencedores, quería una parte de Austria; mas no se le otorgó. La crisis económica de 1929 se sintió especialmente en Alemania, donde el desempleo y la inflación acabaron con las esperanzas en el modelo liberal. Esto catapulto a los nazis al poder, quienes se alimentaron del descredito del capitalismo y el miedo al Socialismo, pues los comunistas intentaron recrear la Revolución de Octubre en cualquier país donde hicieran eco sus ideas, aunque no siempre de manera violenta. En España triunfaron por la vía electoral, formando un Frente Popular, que dio origen a la Segunda República 1936. En toda Europa los Partidos Comunistas eran fuerzas considerables; para enfrentárseles, los fascistas fueron apoyados por empresarios, conservadores, religiosos, militares y veteranos de la PGM, de modo que al final se les impusieron. En España, a pocos meses de establecerse una administración socialista, se dio un golpe de Estado, por gran parte del ejército. Casi de inmediato, Italia y Alemania apoyaron a los golpistas con lo más moderno de su arsenal, voluntarios y recursos varios. Mientras que sólo México y la URSS apoyaron al gobierno republicano, las otras potencias Europeas prefirieron mirar hacia otro lado; no así los comunistas dentro de esos países, quienes se alistaron en las Brigadas internacionales, respondiendo al principio internacionalismo (solidaridad entre trabajadores más allá de los nacionalismos), para pelear contra el fascismo. Por ello, algunos historiadores consideran a la Guerra Civil Española como el preludio de la SGM. Francia e Inglaterra, principales representantes del liberalismo en ese momento, no deseaban enfrascarse en otra disputa mundial y les parecía bien que comunistas y fascistas pelearan, mientras no los involucraran a ellos. Por lo anterior, negociaron con Hitler diferentes tratados, entregando incluso países sin la consideración de sus gobiernos soberanos, como Checoslovaquia en 1938. Los soviéticos trataron en vano de formar un frente común contra Hitler. Tras ser despreciados, buscaron un acercamiento con la Alemania nazi para ganar tiempo. De este particular encuentro nace el pacto Mólotv-Ribbentrop (1939), tras el cual ambos invadieron Polonia, desatando así la SGM. Fue hasta el verano de 1941 que Alemania se volvería contra la URSS, sin haber cerrado el frente occidental, pero sí sin enemigos en el territorio continental: sólo la isla británica resistía.
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