parafraseo oralmente el contenido de texto "El viento y el sol " con ayuda de las palabras formadas y algunas imágenes (quien me puede ayudar con esto)
Respuestas
Resulta que un día, el viento y el sol tuvieron una discusión.
— Yo soy muchísimo más fuerte que tú —se jactó el viento— Puedo derribar chimeneas, desarraigar árboles y arrastrar ovejas delante de mí. Tú no puedes hacer nada de eso.
— Y sin embargo, soy más fuerte que tú— dijo el sol—. No deberías, viento, discutir de esta manera.
— Muy bien —respondió el viento—. Haremos una competición para demostrar cuál es el más fuerte de los dos. ¿Qué te parece que hagamos?
—¿Ves ese caminante de ahí abajo? —preguntó el sol—. Lleva una capa roja sobre los hombros. ¿Te parece que decidamos que el primero que pueda quitarle la capa de encima de los hombros es el más fuerte?
— ¡De acuerdo! —gritó el viento—. ¡Yo probaré primero, y te advierto que ganaré con toda seguridad!
El viento empezó. En primer lugar, sopló con mucha fuerza alrededor del caminante. Se apoderó de la capa del hombre y tiró de ella. Dió tirones hacia aquí y allá. El caminante tuvo miedo de que su capa saliera volando, así que ató el lazo más fuertemente y se la sujetó con fuerza alrededor del cuello, porque tenía frío.
El viento sopló con más fuerza aún. Llamó a la lluvia en su ayuda y empapó al caminante de pies a cabeza. El hombre se sacudió las gotas, se arropó más con la capa y prosiguió su camino quejándose amargamente.
El viento se enfadó. Sopló hasta levantar un huracán y empujó al hombre hacia delante con mucha fuerza, mientras intentaba arrancarle la capa. Le aulló en los oídos. Llamó a la granizada en su ayuda, y al cabo de poco el pobre hombre intentaba protegerse de las duras bolas de hielo. Sentía tanto frío que le habría gustado tener diez capas para abrigarse. Se quitó el cinturón del abrigo y lo ciñó alrededor de la capa, para que no pudiera salir volando.
El viento quedó derrotado, y llamó al sol con tono de burla para que pusiera a prueba su poder.
El sol salió de detrás de las nubes y la niebla desapareció. El viento se aquietó y la lluvia se detuvo. El sol brilló sin parar, y sus rayos empezaron a secar la capa del caminante.
El hombre soltó la hebilla del cinturón y dejó que la capa colgara suelta de sus hombros, para que pudiera secarse con más facilidad. El sol continuó brillando, caliente y constante. Al cabo de poco el caminante sintió calor y deshizo el lazo que sujetaba la capa a su cuello.
El sol continuó brillando. El hombre comenzó a jadear porque cada vez tenía más calor. Se abanicó con el pañuelo y se quitó el sombrero. El sol brillaba y brillaba.
Y de repente, para desánimo del viento y para deleite del sol, el caminante se quitó la pesada capa y continuó su camino sin ella. ¡Ya no podía soportar por más tiempo el calor que le daba!
— ¡La amabilidad lo puede todo! —le dijo el sol al viento—. ¡He ganado! ¡Los gritos y los bramidos nunca sirven de mucho, ¿sabes? ¡La amabilidad lo puede todo! Más vale maña que fuerza…
– Colorín colorado…
– …este cuento se ha acabado.
Respuesta:
no quieres charlar porfavor estoy muy aburridoooo