• Asignatura: Castellano
  • Autor: nuhdcyfgdus
  • hace 6 años

Explique el valor de la amistad y la justicia en Alicia en el pais de las maravillas

Respuestas

Respuesta dada por: cordovafabrizio183
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Respuesta:

En el debate contemporáneo en torno a la amistad se distinguen dos posiciones: una centrada en el tipo de persona que el amigo debe ser y otra que se centra en la historia de la relación entre dos personas que se consideran amigas. En el presente trabajo se defiende, en cambio, una concepción de la amistad centrada en el tipo de relación que la amistad es. Desde esta última concepción es posible sostener el valor intrínseco de la relación sin necesidad de admitir que las obligaciones especiales propias de la amistad pueden entrar en conflicto con las obligaciones morales.

Palabras clave: amistad impersonal, relación, disposición, virtud, conflicto de obligaciones.

 

Abstract

Two accounts of friendship can be found in the contemporary debate: one of them is centered on the type of person the friend must be, the other is centered on the history of the relationship between two people that consider themselves friends. In this paper I defend a different account, centered on the type of relationship a friendship is. This account allows us to affirm the intrinsic value of the relationship, without having to admit that the special obligations arising from friendship can conflict with moral obligations.

Keywords: impersonal friendship, relationship, disposition, virtue, conflicting obligations.

 

No resulta difícil aceptar que la amistad implica una relación de afecto y cuidado mutuo, una relación en la cual la preocupación por el otro no deriva de consideraciones instrumentales en torno a beneficios estrictamente personales. Pero cuando se trata de definir más concretamente la relación, surgen varios puntos de discrepancia: ¿exige la relación que los implicados sean virtuosos?, ¿qué lugar ocupan factores psicológicos o históricos contingentes, como una historia compartida que haya dado lugar a sentimientos especiales entre los amigos?, ¿pueden las exigencias de la amistad entrar en conflicto con nuestras obligaciones morales? y, más fundamentalmente, ¿por qué es valiosa la relación de amistad?

En el debate contemporáneo pueden distinguirse claramente dos posiciones, cada una de las cuales ofrece respuestas distintas a las preguntas anteriores. La primera pone el acento en ciertos rasgos del amigo que justifican que uno se preocupe por él más que por los demás. Más específicamente, según esta posición, es el hecho de que la otra persona sea virtuosa lo que justifica que uno fomente la amistad con ella y se preocupe más por ella que por las personas no virtuosas. Este planteamiento supone una concepción de la virtud y de lo valioso independiente de la relación misma, a partir de la cual se justifica la amistad. La segunda posición entiende que en la generación de relaciones de amistad intervienen factores arbitrarios; a partir de la coincidencia en la concepción de vida buena, o en el sentido del humor o en el gusto por ciertas prácticas, se generan relaciones de afecto mutuo, las cuales, una vez establecidas, generan obligaciones en los amigos. No es el hecho de que el otro sea virtuoso, sino el que sea mi amigo, lo que justifica mi mayor consideración por su vida. Por otra parte, ambas posiciones coinciden en que en la amistad se desea el bien del amigo por el amigo mismo; pero discrepan, como veremos, en la interpretación de tal exigencia.

En lo que sigue presentaré ambas posiciones y argumentaré que ambas son insatisfactorias. La primera, porque le asigna a la relación de amistad un valor instrumental y no intrínseco; la segunda, porque le otorga a factores contingentes un peso normativo injustificado. Ofreceré, entonces, una tercera concepción, ya no centrada en el tipo de persona, ni en aspectos contingentes de la relación, sino en el tipo de relación. Sostendré que valoramos la relación de amistad en cuanto que implica un afecto mutuo y una disposición recíproca a realizar un conjunto de acciones. Otorgamos a estas relaciones un valor intrínseco y no como medio para la persecución de fines independientemente valiosos. Y si bien tal afecto y tal disposición pueden haber tenido su origen en acontecimientos contingentes, no son éstos los que otorgan valor a la relación, sino que ésta tiene valor en sí misma, más allá de cuál haya sido su origen.

Explicación:

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