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Existen dos eventos de suma importancia para el imaginario del los hinchas del equipo paceño The Strongest: el campeonato obtenido en 1970, cuando el club resurgió, literalmente, de sus cenizas tras el trágico accidente aéreo en Viloco, en el que murió casi toda su planilla; y la batalla de Cañada Strongest, en la Guerra del Chaco. Este último episodio histórico es el tema de la película “Fuertes”, cuya filmación concluyó en los pasados días y entra en su etapa de postproducción.
La batalla de Cañada Strongest se desarrolló en mayo de 1934 y significó una de las victorias más importantes del Ejército Boliviano en la campaña chaqueña, conflicto bélico sostenido contra Paraguay de 1932 a 1935. En principio, la batalla tenía el nombre de Cañada Esperanza, pero el nombre fue sustituído porque en ella participó en pleno la planilla del equipo paceño.
“Fuertes” retoma este episodio para llegar al corazón de los espectadores con una historia en la que brilla la camaradería de los soldados bolivianos a pesar de las diferencias de origen, creencias, y claro, equipos de fútbol.
“Es una ficción que está basada en hechos reales. Básicamente se trata de la historia del fútbol y la Guerra del Chaco, específicamente de la Batalla de Cañada Esperanza, que posteriormente, por la presencia del equipo aurinegro en esa batalla, se llama Cañada Strongest”, señaló Mariela Cardozo, miembro del equipo de producción.
El actor boliviano Reynaldo Pacheco, que participó en varias producciones en Estados Unidos, actúa por primera vez en una cinta boliviana.
“Mi personaje se llama Pedro Jiménez, más conocido como Nimbles ya que es un jugador de fútbol de ese cuadro, que es rival de The Strongest. Y lo lindo del mensaje de esta película es que inicialmente somos de equipos opuestos, pero el momento que llega la guerra tenemos que cambiar los cachos y el balón por un fusil y todos nos convertimos en un mismo equipo para proteger al país”, declaró el actor.
Pacheco señaló que la película fue un reto profesional para el equipo entero por las demandas de ambientación y las locaciones de filmación.
“Esta película demandó mucha entrega de parte de todos los actores y el equipo de producción. Estuvimos expuestos a temperaturas extremas en el medio de Los Andes. He tenido la oportunidad de vivir y experimentar la experiencia militar de como viven los soldados y solo me da espacio a imaginarme un poco lo que han vivido nuestros héroes del Chaco. Hemos vivido experiencias como arrastrarnos en el barro, en piedras, sobre espinas en el frío del Altiplano; correr por nuestras vidas en las rocas de Río Abajo; he aprendido a utilizar armas”, acotó.
La producción contó con un equipo de efectos especiales, que según Pacheco, “pedía que todos tengamos mucha concentración porque había armas verdaderas que estaban disparando y también efectos visuales de explosión y tiroteos que podían causarnos daños letales”.