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Respuesta:
bueno pasar tiempo con mi familia como juegos de mesa o ando jugando videojuegos
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1. Equilibrar mis obligaciones (como las tareas escolares) con actividades de las que disfrutas (como relajarte o pasar tiempo con tus amigos). Todo es cuestión de equilibrio: todo responsabilidades y trabajo y nada de juego y disfrute está mal. Pero si tu horario está tan lleno de actividades, que no te queda tiempo para hacer los deberes, eso también te estresará.
2. Organizar mis obligaciones. Utiliza un calendario o aplicación de planificación para registrar tus deberes escolares, tus tareas domésticas, tus prácticas y otras obligaciones. Por descontado, planificar no sirve de nada si no haces lo que planificas: controlar el estrés también significa estudiar con regularidad, mantenerte al día en las tareas escolares, y superar la tendencia a dejarlo todo para después. Tómate tu tiempo para reflexionar un poco cada día sobre cómo te están yendo las cosas. ¿En qué necesitas trabajar? ¿Lo haces? ¿Dispones de tiempo para hacerlo?
3. Comer alimentos saludables. Lo que comes afecta a tu estado de ánimo y a tu nivel de energía y de estrés. Comer de forma saludable no significa evitar todos los manjares; de nuevo, la importancia del equilibrio. Está bien permitirte el gusto de tomarte un helado de vez en cuando, si comes ensalada y carne de pavo con pan integral a la hora de comer. Pero, si los helados y los dulces son tu principal fuente de energía, ¡es muy probable que estés de malhumor y estresado!
4. Dormir bien. Esto puede parecer pan comido. Después de todo, ¿a quién no le gusta dormir? Pero dormir lo suficiente es algo en que nos debemos focalizar porque es fácil dejar que los deberes, hablar con los amigos o un exceso de televisión se interpongan en el tiempo que pasas durmiendo, por mucho que te guste dormir.
5. Dedicar tiempo a hacer ejercicio cada día. Es difícil estar ansioso mientras haces respiraciones profundas al correr, bajas por una colina con la bici o juegas al escondite con tus amigos. El ejercicio físico no solo aleja nuestra mente del estrés, también libera sustancias químicas en nuestros cerebros que nos ayudan a encontrarnos mejor.