• Asignatura: Religión
  • Autor: Army1317
  • hace 6 años

realiza un comentario del evangelio del dia domingo 30 de agosto

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Respuesta dada por: zapatodecaballo
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§  LO QUE PODEMOS SABER DE DIOS

    Según nos dice la Escritura: Nadie ha visto jamás a Dios (Jn 1,14) ni puede ver a Dios (Colosenses 1,15), quizá con la excepción de Moisés, que hablaba con Dios cara a cara (Éxodo 33, 11). Y por supuesto el Hijo único de Dios que estaba en el seno del Padre (Jn 1,18).

   Todo el Antiguo Testamento está lleno de oraciones y deseos de «ver el rostro de Dios», como ese bellísimo Salmo de hoy: «mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua». Son palabras fuertes: la sed crea un estado de intranquilidad, desasosiego y angustia... Y la ansiedad, que según el diccionario es angustia que suele acompañar a muchas enfermedades y que no permite sosiego a los enfermos. No es, por tanto, simple curiosidad o un planteamiento intelectual, sino una necesidad vital que afecta a muchas personas (¿a todas?). ¿Tienes verdaderas ansias, sed de Dios?

   La Biblia, que es «revelación» de Dios, nos ayuda para conocer verdaderamente a Dios, su «rostro». No hace discursos ni razonamientos sobre él. Pero sí nos ofrece el testimonio, la experiencia de hombres y mujeres que han tenido una especial relación con Él... de modo que nos ayuden a interpretar y reconocer la nuestra. Claro que todas suponen un fuerte componente «subjetivo», y por eso unas y otras se enriquecen y complementan. Hoy nos encontramos con una de esas experiencias, peculiar, intensa, apasionada e incluso un poco «blasfema». Se trata del Profeta Jeremías.

§  UN DIOS SEDUCTOR

    No estamos nada acostumbrados a su lenguaje para hablar de su relación con Dios: "me sedujiste", y "me has podido". Es el lenguaje del amor y del sexo, de la pasión, de la seducción. Dios se comporta como un conquistador, como un galán, capaz de usar todas sus tretas y artimañas para enamorar a quien se propone. Según nos describe el diccionario, seducir es: «Persuadir a alguien con argucias o halagos para algo, frecuentemente malo. Atraer físicamente a alguien con el propósito de obtener de él una relación sexual. Embargar o cautivar el ánimo a alguien».

    Y el profeta se dejó seducir por ese Dios seductor. Está recordando su «amor primero», allá cuando contaba unos 24 años. Y su corazón quedo «apresado», tanto... que nunca llegaría a casarse.

    Es bello y atrevido este lenguaje, y nos puede ayudar a reformular nuestra propia experiencia de fe, una fe que es amor. También el Señor ha procurado enamorarnos, nos ha ido haciendo regalos, nos ha acariciado el alma, nos ha hecho sentir su cariño y compañía. Tal vez recordemos la fe de nuestra infancia y adolescencia u otros momentos de la vida de cada uno: cuando la oración era sencilla y habitual, cuando no teníamos dudas ni inquietudes, cuando no habíamos pasado por el desierto del sufrimiento, cuando tuvimos nuestros primeros amores, quizá el día de nuestra Confirmación o matrimonio... cuando nos llenamos de buenos propósitos y de generosos compromisos. Cuando nos sentíamos bien con él y con los otros.

    Pero después... llega la queja, la decepción, la protesta:«me forzaste y me pudiste». Es el sentimiento de haberse sentido engañado: ¡Ah! Yo no pensaba que eso de estar con Dios iba a traerme sufrimiento, que me tocaría ir contracorriente, que iba a traerme el rechazo de los míos, que incluso se iban a burlar de mí y a encerrarme en un pozo oscuro. A Jeremías no le agrada en absoluto tener que ser Testigo del Amor, ir a contar a otros lo que siente en su interior... y encontrar rechazo.

 

Respuesta dada por: ermgamer
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todos los días debemos adorar a dios y no solo un dia

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