Respuestas
Respuesta:
Diferencia más que notable, entre una y otra, pues, si la Legalidad puede ser cambiada sin tener en cuenta la voluntad de las personas, no es así con la Legitimidad, en la que aquella -la voluntad- es quien dicta si se debe obedecer, o no, a la autoridad constituida.
Respuesta:Por motivos que ya he expuesto en post anteriores, me temo que estamos en un momento crucial en el que todo parece indicar que nos están trasmutando, pasando a ser meros “súbditos” del poder en lugar de ciudadanos libres (como debe ser en todo Estado de Derecho). Vaya por delante, no obstante, que no cuestiono que estemos en un Estado de Derecho, porque eso nos lo hemos ganado a pulso, desde que fue aprobada la actual Constitución. Cierto es que puede necesitar algunos “remiendos” pero la cosa no pasa de ahí, al menos a mi juicio. Lo que sí puede ser cuestionable es la forma de ejercer el poder, en el seno de nuestro Estado de Derecho, lo cual es algo diferente, aunque no voy a entrar ahora en eso.
Explicación:
Es un término empleado en política, derecho y filosofía para establecer aquello que está conforme de acuerdo a la legalidad.