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Respuesta:
Explicación:
- ¿Cómo es el ángulo de inclinación del eje de la Tierra?
- ¿Cómo influye el ángulo de inclinación terrestre en la cantidad de energía que
reciben los hemisferios de la Tierra?
- ¿En qué hemisferio se encuentra el Perú?
- ¿Qué efecto tiene la diferencia de iluminación que reciben el hemisferio norte y
el hemisferio sur?
- ¿Qué efecto producen en la Tierra las diferencias de iluminación entre el hemisferio
norte y el hemisferio sur?
- ¿En qué zona climática se encuentra el Perú?
Respuesta:
Explicación:
1 Pedro 1:15-16 Llamados a ser Santos
La presente es una porción del Comentario Bíblico sobre la epístola de 1 Pedro, publicado por Gracia y Vida. El mismo pretende ayudar a los lectores en la interpretación y en la aplicación de las escrituras a sus vidas; teniendo además como objetivo que la lectura sea fluida y de fácil interpretación.
Con dicho objetivo en mente, y a fin de entender los distintos versículos de la manera más apropiada, nos ayudaremos con un análisis del contexto histórico y también con las herramientas hermenéuticas necesarias para llegar a una correcta interpretación; pero todo esto sin entrar en largas discusiones, ni en detalles demasiado técnicos.Sin más, y primero que cualquier otra cosa, le invitamos a leer atentamente el texto y orar para que el Señor lo llene de su sabiduría, sin lugar a dudas será Él la gran fuente de toda comprensión y entendimiento. Hecho ésto, ahora sí comencemos con el estudio de los textos que nos convocan, leamos:
El texto: 1 Pedro 1:15-16
15 sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;16 porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo. (1 Pedro 1:15-16 – LBLA)
Introducción al texto
En el versículo anterior, el apóstol Pedro hace un llamado a no conformarse a los viejos deseos que antes dominaban nuestras vidas; él nos dijo:
Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais en vuestra ignorancia, (1 Pedro 1:14 – LBLA)
Y ahora en estos dos versículos presentes, va a ir un poco más allá. Nos va a pedir que seamos santos al igual que aquel que nos llamó a ser sus hijos.
Él nos dice que en vez de conformarnos con aquellos deseos, más vale, seamos santos en toda nuestra manera de vivir.
Les invito entonces a analizar el texto para intentar hallar bendición en él. Comencemos:
Aquel que os llamó
Pedro en este texto nos habla de Dios, Él es quien nos llamó para ser sus hijos. Y quien ahora, además, nos llama a vivir en santidad. En su epístola, Pedro nos presenta a un Dios quien no sólo crea el plan de salvación; sino que se mete en la historia de la humanidad, se revela a sí mismo, y nos da la posibilidad de vivir una vida eterna en su presencia. ¡Y todo por el gran amor con el que nos amó!
Todo esto fue posible, entre otras muchas cosas, porque en su infinito amor Él quiso que todos lleguemos al conocimiento de su nombre (Juan 3:16); y que a través de su Hijo Jesucristo, todos podamos ser hechos sus hijos (ver 2 Pedro 3:9). Pero más allá de eso, Dios pretende un poco más de nosotros.
En el estudio anterior vimos que al conocerle, Dios nos regaló una nueva naturaleza; y que ahora el Espíritu Santo vive en nosotros. Gracias a ambas cosas, tenemos la posibilidad de una relación estrecha con Dios; y la ayuda del Espíritu Santo para poder vivir como a Dios le agrada. Es por todo esto que Él nos dio, que pretende que vivamos en santidad.
Es decir, dado que Él ya nos dio todas las herramientas necesarias, entonces bien pudiéramos llevar una vida de santidad. Ésto es lo que Él nos pide a través del apóstol Pedro, Él nos dice:
Sed también vosotros santos
Esto es una orden directa que Dios les daba a sus hijos a través del apóstol. Es una orden para los antiguos lectores de primera Pedro, pero lo es también para nosotros. Haríamos bien en este punto, en notar la estrecha relación existente entre este mandato de ser santos, y el anterior de “no os conforméis” de 1:14.
El uno y el otro van de la mano. Aún sin importar que el primero haya sido expresado en forma negativa y éste último en forma positiva; ambos tienen el mismo objetivo. Éste es, que dejando atrás la vieja vida de pecado, logremos vivir una vida santa. Consecuentemente, si quien nos regaló esta nueva naturaleza es Santo, nosotros al recibirla, también deberíamos ser santos.
Relacionando ahora ambos mandatos, entendemos que al seguir una vida de santidad, nos será imposible conformarnos a los deseos pecaminosos del pasado. Y que si Dios está siempre cerca para bendecirnos con su ayuda, entonces no nos resultará tan imposible vivir en la santidad en la cual Él espera que vivamos.