Respuestas
Respuesta:
EL INICIO ES: Punto de donde parte, nace o surge una cosa.
NUDO: cuando se ocasiona un problema
desenlace o final : cuando termina o se desenreda el nudo
Explicación:
inicio: Cuenta la leyenda que una vez nació una princesa tan hermosa como las estrellas. Y según crecía, aumentaba su belleza. Era morena, su pelo era negro como el azabache y su piel morena y suave como el terciopelo. Todos la adoraban, porque además era inteligente y muy elegante. La princesa, que se llamaba Acafala, causaba admiración y todos caían rendidos ante su belleza.
nudo: Sin embargo, la princesa Acafala tenía un defecto: se creía tan y tan hermosa, que competía incluso con la luna, el sol y el arcoíris.Un día, su familia se hartó de la situación ¡Ya tenía edad para casarse y su obligación era, quisiera o no, escoger un marido cuanto antes
desenlace: La luna y las estrellas, desde lo alto, la miraban con estupor porque no comprendían que fuera tan vanidosa ¡En la vida había cosas más importantes que la belleza exterior! Se reunieron y llegaron a la conclusión de que debían hacer algo para que dejara de ser una muchacha frívola y orgullosa. Al final, tomaron una decisión unánime: convertirla en estrella, pero no en una brillante y reluciente como ellas, sino en una pequeña y sencilla estrella de mar.
Y así, como por arte de magia, Acafala se transformó para siempre en una estrella amarillenta, sin brillo, condenada a pasar el resto de sus días en las profundidades del océano. A partir de ese día, vivió en la oscuridad, rodeada de silencio, y sin poder contemplar los astros del cielo a los que tanto adoraba.
Dice la leyenda que ésta fue la primera estrellita de mar que existió y que desde entonces, todas las estrellas marinas del mundo, son igual de calladas y solitarias que la princesa Acafala.
Respuesta:
Cuenta la leyenda que una vez nació una princesa tan hermosa como las estrellas. Y según crecía, aumentaba su belleza. Era morena, su pelo era negro como el azabache y su piel morena y suave como el terciopelo. Todos la adoraban, porque además era inteligente y muy elegante. La princesa, que se llamaba Acafala, causaba admiración y todos caían rendidos ante su belleza.
Sin embargo, la princesa Acafala tenía un defecto: se creía tan y tan hermosa, que competía incluso con la luna, el sol y el arcoíris. Caminaba por la playa retando al mar:
Explicación: