• Asignatura: Religión
  • Autor: adriana2006mf
  • hace 6 años

Explica la influencia de la familia o sociedad en la construcción de la ética y moral en el ser humano

Respuestas

Respuesta dada por: hayumi01
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La resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sobre el matrimonio igualitario, para parejas del mismo sexo, ha abierto un interesante debate sobre ética, moral, valores, religión, familia y derecho.

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Respuesta dada por: OrisCruz
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importancia de la familia en el Desarrollo de la persona

Según la teoría, la madre representa el vínculo primario más importante en la vida de un niño, debido a que ella es quien en gran parte se ocupa de cuidarlo en sus primeros años de vida.

 definimos el apego como una vinculación afectiva, estable y consistente que se establece entre un niño y su madre, como el resultado de la interacción entre ambos. Dicha vinculación es promovida no sólo por el repertorio de conductas innatas con las que el niño viene al nacer (conductas de apego: llanto, risa, succión, etc.), sino también por la sensibilidad y actuación materna. Se puede ver aquí la importancia de la acogida de la madre hacia el hijo y del padre hacia el hijo. Siguiendo a dicho autor, hay una característica propia del apego, y es la necesidad del niño de buscar y mantener proximidad y contacto físico con sus figuras vinculares. Es decir, dependiendo de la calidad de esta interacción será la futura forma y manera de vinculación del niño con otros.

Existen entonces algunos tipos de apego que corresponden a esas formas particulares de interacción del niño con sus padres y viceversa. Pero antes de abordar esta situación, hay que revisar las diferentes etapas de la vida y tomar criterio frente a los tipos de apegos que se establecen en esos primeros años vinculares con los padres o cuidadores.

Uno de estos tipos es el apego seguro, que se da cuando el niño posee una percepción de la madre como una base segura y mantiene una actitud de búsqueda activa de contacto corporal y proximidad con la madre. El niño en presencia de su madre maneja una con­ducta de toma de iniciativas y de saludo activo en la interacción. Sroufe (1985), sintetiza, en breves trazos, las conductas característi­cas de este grupo de niños: exploración de los juguetes que hay en su en­torno, manifestaciones de afecto compartido durante el juego y acepta­ción de los extraños en presencia de la madre. Esto se manifiesta, por ejemplo, cuando el niño está estresado y busca con prontitud el contacto materno para eliminar dicho estrés. De esta forma, independientemente que la madre sea así o no, el hecho es que -por su forma de comportarse- el niño la percibe y «se construye» como una persona disponible y respondiente, que en situaciones adversas es sensible, accesible y colaboradora (Ainsworth, 1989). Gracias a esta seguridad, el niño se atreve a explorar el mundo y a mostrarse más cooperativo.

El apego inseguro-evitativo o ansioso-evitativo se manifiesta cuando el infante posee una percepción de la madre como una base que no es segura; desempeña un juego exploratorio con independencia de ella; presenta una actitud negativa ante el contacto corporal con la madre; llora muy rara vez cuando se se­para de ella; evita a la madre cuando se reúne con el resto de la familia; alterna sus conductas de búsqueda, proximidad y evitación. Sroufe (1985) estudió pormenorizadamente las conductas de los ni­ños de este grupo, encontrando otras características, como las siguientes: distanciamiento de la madre y evitación de la mirada; aceptación de la persona extraña con independencia de que esté presente o no la madre y disminución del afecto compartido entre ellos. Pero, independientemente de que la madre sea así o no, el hecho es que -por su modo de comportarse- el niño la percibe y «construye a la madre» como una persona evitativa y, en consecuencia, se conduce como si se defendiera del rechazo, supuesto o real, de su madre.

El apego inseguro-resistente o ansioso-ambivalente posee la percepción de la madre como una base inconsistente. Las manifestaciones de este tipo de apego, son: ansiedad de separación; dificultades para el juego exploratorio; actitud similar a encontrarse a la espera de nuevas situaciones y en presencia de extraños; se presenta una actitud negativa ante la separación (angustia) que no desaparece al reunirse con la madre, sino que se prolonga en conductas de enfado o pasividad. Por esas razones, la llegada de la madre no les proporciona confort ni estimula el juego exploratorio, sino que continúan ansiosos por la anterior separación (Cassidy y Berlín, 1994). Es probable que la autoestima o recta valoración de este grupo de niños sea baja o tienda a la subestimación, es decir, que les cueste tomar la iniciativa y se muestren relativamente desconfiados respecto a cualquier futuro proyecto, porque dependen de algún modo de la aprobación de los demás y de la forma en que les estiman y, generalmente, son muy vulnerables ante el temor a ser rechazados o abandonados (Polaino, 2008).

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