2. Mo alquilo para soñar
En realidad, era nu Unico oficio, Habla sido la tercera de los once
Scribe
hablar Instaurd en la casa la buona costumbre de contar los buenos en
ayunas, que es la hora en que se conservan más puras sus virtudes
premonitorias.
A los siete anos sond que uno de sus hermanos era arrastrado por
un torrente. La madre, por pura superstición, le prohibid al nido lo que
más le gustaba, que era bañarse en la quebrada. Pero Frau Frida tenia
ya un sistema proplo do vaticinios.
-Lo que eso Bueno significa -dijo-no es que se vaya a ahogar, sino
que no debe comor dulces.
La sola interpretación parocia una infamia, cuando era para un niño
de cinco anos que no podia vivir sin sus golosinas. La madre, ya con-
vencida de las virtudes adivinatorias de la hlja, hizo respetar la advertencia con mano dura. Pero al primer
descuido suyo el niño se atraganto con una canica de caramelo que se estaba comiendo a escondidas, y
fuo posiblo salvarlo.
Frau Frida no había pensado que aquella facultad pudiera ser un oficio, hasta que la vida la agarra por
el cuello en los cruolen inviemos de Viena.
Entonces toco para pedir empleo en la primera casa que le gusto para vivir y cuando le preguntaron
que sabla hacer, ella dijo la verdad: "Sueno". Le basto con una breve explicación a la dueña de la cara
para ser aceptada, con un sueldo apenas suficiente para los gastos menudos, pero con un buen cuanto y
las tres comidas. Sobre todo el desayuno, que era el momento en que la familia se sentam a conocer el
destino inmediato de cada uno de sus miembros: el padre, que era un rentista, la madre, una mujer alegre
y apasionada de la musica de camara, y dos niños de onco y nueve aos. Todos eran religiosos, y por lo
mismo propensos a las supersticiones, y recibieron encantados a Frau Frida con el unico compromiso de
descifrar el destino diario de la familia a través de los sueños,
Lo hizo bien y por mucho tiempo, sobre todo en los años de la guerra, cuando la realidad fue mass-
niestra que las pesadillas. Sólo ella podia decidir a la hora del desayuno lo que cada quien debla haver
aquel dia, y como dobia hacerlo. Su dominio sobre la familia fue absoluto aun el suspiro mas tenue era
por orden suya. Por los dias en que estuve en Viena acababa
de morir el duelo de la casa, y había tenido
la elegancia de legarte a ella una parte de sus rentas, con la única condición de que siguiera solando A
ra la familia hasta el fin de sus sueños.
Eranol
Gabriel Garcia Marquer. "Me aqui para solar en av u rernu Mans, SEA 2
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usted es de portugues :I?
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