Respuestas
Respuesta:
-¡Alguien ha probado mi leche!
El Oso mediano gruñó un poco menos fuerte:
-¡Alguien ha probado mi leche!
El Osito pequeño dijo llorando y con voz suave:
-¡Se han tomado toda mi leche!
Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabían qué pensar. Pero el Osito pequeño lloraba tanto que su papá quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no hiciera caso, porque ahora iban a sentarse en las tres sillitas de color azul que tenían, una para cada uno.
Se levantaron de la mesa y fueron a la salita donde estaban las sillas.
¿Que ocurrió entonces?
El Oso grande grito muy fuerte:
-¡Alguien ha tocado mi silla!
El Oso mediano gruñó un poco menos fuerte:
-¡Alguien ha tocado mi silla!
El Osito pequeño dijo llorando con voz suave:
-¡Se han sentado en mi silla y la han roto!
Siguieron buscando por la casa y entraron en el cuarto de dormir. El Oso grande dijo:
-¡Alguien se ha acostado en mi cama!
El Oso mediano dijo:
-¡Alguien se ha acostado en mi cama!
Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos de Oro, y el Osito pequeño dijo:
-¡Alguien está durmiendo en mi cama!
Se despertó entonces la niña, y al ver a los tres Osos tan enfadados, se asustó tanto que dio un brinco y salió de la cama.
Como estaba abierta una ventana de la casita, saltó por ella Ricitos de Oro, y corrió sin parar por el bosque hasta que encontró el camino de su casa.
Explicación: