Respuestas
La economía de la isla de Santa Elena depende en gran medida de la ayuda financiera del Reino Unido, que ascendió a unos $ 5 millones en 1998. La población de Santa Elena obtiene ingresos de la pesca, la cría de ganado y la venta de artesanías. Debido a que hay pocos puestos de trabajo, una gran proporción de la fuerza de trabajo ha salido a buscar empleo en el extranjero.
AUna campaña está en marcha (reportado en la BBC Radio 4, programa Today, 10 de julio de 2004) para estimular la emigración del Reino Unido a Santa Elena para ayudar al desarrollo de la economía. El gobierno británico anunció su intención a principios de 2005 para financiar la construcción de un aeropuerto internacional en la isla en 2010. En 2009, el gobierno pospuso los planes, mientras que el Reino Unido estaba en recesión. Se estima que el costo total de la construcción sería de más de 300 millones de libras.[1]
El producto interno bruto (PIB) de Santa Elena por paridad de poder adquisitivo durante los años 1994/5 fue de US$13.9 millones, y la cifra per cápita fue de $ 2.000. El ejercicio financiero se ejecuta en Santa Elena del 1 de abril al 31 de marzo. El presupuesto de Santa Elena ha tenido ingresos de $ 11,2 millones, con un costo de $ 11 millones en el ejercicio que finalizó 1993.
surgió la agricultura en la provincia de Santa Elena?
Respuesta:
René Crespo, propietario de la hacienda, considera que ese sistema se convirtió en el “cordón umbilical” de los agricultores, pues sin ello no habría actividad productiva. Con la llegada del plan hidráulico, cuenta, más personas invirtieron en la siembra. Así, calcula que hay 200 productores corporativos y más de 1 000 pequeños agricultores que tienen presencia en 68 comunas. De acuerdo con Omar Núñez, director de Fomento Productivo del gobierno provincial, la actividad representa hoy el 30% de las fuentes de trabajo y uno de los principales ingresos, después de la pesca, el comercio y turismo. Son más de 20 000 ha sembradas en la península con una producción diversificada de cultivos. El de mayor extensión es el maíz, cuya cosecha representó en el 2016 el 2,91% de la producción del país. Le siguen las siembras de uva de mesa, que superan las 200 hectáreas y se concentran en tres grandes compañías; así como aguacate, maracuyá, cacao, café y banano. Este cambio hacia el campo tiene su origen a mediados de los años setenta con los estudios para el denominado Plan Hidráulico del Acueducto de Santa Elena (Phase). El objetivo era transportar hasta la península un caudal desde el río Daule, para desarrollar unas 40 000 hectáreas de cultivo agrícola en la zona. Sin embargo, según Núñez, solo se ejecutó el 7% del proyecto. Ese porcentaje involucró la restauración de la represa El Azúcar y la construcción de un canal de 19 km hasta la represa San Rafael.