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El lobo que quería ser pastor
Una vez, un lobo vivía en un bosque. Estaba preocupado, porque a pesar de vivir en una zona donde había muchas ovejas, cada día se le hacía más difícil conseguir alguna para comersela.
Vivía el lobo en unos valles muy hermosos, entre montaqas altas con picos nevados. El cielo siempre estaba azul. Pero tanta belleza dejaba inssensible al lobo, pues no podía alimentarse debidamente.
Decidió recurrir a la astucia para conseguir comer, y pensó en disfrazarse de pastor. Se puso una chaqueta de piel de oveja y consiguió un cayado curvo, como los que usan los pastores.
También un zurrón de piel y un cuerno, cuyo eco se oye a través de las montaqas. Para terminar su disfraz se colocó un sombrero en la cabeza.
El lobo estaba muy orgullloso con su atuendo y le hubiera gustado llevar un cartel que dijera: "Yo soy pastor".
Eligió la hora de calor para aparecer entre el rebaqo. Se acercó sigilosamente al mediodía.
Bajo un árbol estaba el pastor durmiendo la siesta; el perro también estaba adormilado y distraído. Las ovejas, somnolientas no se daban cuenta de nada.
El lobo se paseaba con satisfacción entre el ganado, contento de que nadie se diera cuenta de su presencia; pero tuvo un fallo. Quiso convencer aún más a los animales de que se trataba del mismo pastor.
Para demostrarlo, quiso decir unas palabras cariqosas a los corderitos, para que estos le siguieran a su guarida sin problema.
Pero por más que se esforzó no pudo imitar la voz del pastor, y de su garganta salieron unos sonidos muy desagradables y fuertes, que hicieron retumbar la montaqa.
El pastor se levantó en seguida al darse cuenta de que ocurría algo. El perro levantó las orejas y se lanzó de un salto sobre el lobo, que se había quedado quieto, sorprendido ante su propia voz.
Las ovejas, desmandadas, comenzaron a correr en todas direcciones.
El lobo quiso correr para huir del perro, pero como iba disfrazado, no pudo mverse con soltura y cayó al suelo.
El pastor llegó en seguida y apaleó al lobo, que murió allí mismo, en castigo a su engaqo.