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Explicación:El desempeño del sector agrícola en el Perú ha sido sorprendente en muchos aspectos. Sin embargo, existe todavía un trecho que recorrer y hay muchos desafíos en numerosas áreas que deben enfrentarse. Los niveles de ingreso de los hogares de agricultores están estancados, y las tasas de pobreza en zonas rurales siguen siendo muy altas. Son evidentes los marcados desequilibrios territoriales en el patrón de desarrollo, con algunas regiones floreciendo y otras languideciendo.
El 80% de las unidades agrícolas tienen menos de cinco hectáreas, y un gran número de estas unidades agropecuarias de pequeños agricultores desarrollan una agricultura de bajos insumos. Muchos sistemas de producción agrícola siguen siendo extremadamente vulnerables a los impactos exógenos, especialmente de eventos climáticos extremos asociados con el fenómeno de El Niño y el cambio climático a largo plazo.
Por otro lado, 1 de cada 4 empleos urbanos informales proviene de la agricultura y el sector agrícola podría aportar a la economía del país más de lo que tradicionalmente se estima. Según el reporte “Tomando impulso en la agricultura peruana”, del Banco Mundial, la contribución económica de la actividad agrícola al PIB peruano es del 7,3%. Sin embargo, el mismo reporte indica que si se calculan los servicios asociados a toda la cadena alimenticia, la contribución del sector agrícola podría estimarse en un 11,3% del PIB.
Como estos hechos lo indican, la agricultura peruana ha tenido un buen desempeño en conjunto. El crecimiento en el sector ha sido sólido y constituye una parte importante de la economía, además de ser la principal fuente de medios de subsistencia para muchos de los hogares más pobres del país. Este crecimiento agrícola ha sido impulsado en gran medida por una notable expansión del sector de agroexportaciones, destacándose la producción de una variedad de productos no tradicionales, hecho que ha traído como resultado que el sector se haya convertido en un importante generador de ingresos de exportación.
Capacitación
Según el reporte del Banco Mundial, la educación y capacitación pueden jugar un papel fundamental en la reducción de ineficiencias en la agricultura peruana, porque los productores mejor educados e informados toman mejores decisiones sobre sus actividades productivas y de comercialización, logrando con ello mejores resultados agrícolas. A esto hay que agregar otras variables, que representan factores técnicos, económicos e institucionales, entre ellas se pueden mencionar la diversificación económica, la titulación de tierras, la cobertura de riego, el acceso a mercados y la información comercial, entre otras.
Como muchos otros países orientados a la exportación, Perú busca incorporar productores de pequeña escala en los mercados para productos altamente especializados que pueden venderse en nichos muy diferenciados y lo hace porque estos productos pueden tener un valor muy alto y parecen ofrecer mejores oportunidades a los productores para captar valor agregado.
Costa, Sierra y Selva
Hay que recordar que la agricultura en el Perú está compuesta por tres mundos ampliamente distintos. Debido a diferencias espaciales en la dotación de recursos, clima, ubicación, demografía y aplicación de medidas políticas, entre otros factores, las regiones de la costa, sierra y selva ofrecen experiencias ampliamente distintas y presentan desafíos diferentes, por lo que las estrategias de desarrollo deben ser distintas.
Seis aspectos para crecer
Según el reporte del organismo internacional, hay seis prioridades para impulsar la productividad e incrementar la competitividad: 1. Promoción de la innovación 2. Fortalecimiento de la distribución de insumos y servicios de asesoría 3. Creación de capacidades a través de la formación y capacitación 4. Mejoramiento de la conectividad y acceso al mercado 5. Promoción de mercados de tierras 6. Facilitación de la gestión de riesgos. Estos seis ejes dependen de servicios que actualmente son muy escasos en Perú.
Con reformas políticas, cambios institucionales y mejores niveles de inversión, el crecimiento del PIB agrícola en Perú podría alcanzar el 4% o 5% al año. Como el sector agrícola tiene una participación significativa en la economía, esto le dará un impulso importante al crecimiento del PIB en general. Todo indica que en los próximos diez o veinte años, la contribución de la agricultura a la economía peruana será mucho más importante, convirtiéndose en factor fundamental en la reducción de la pobreza y fuente principal de empleo y desarrollo. DA CORONA