¿Por qué se puede afirmar que Argentina es un Estado nación moderno?

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Respuesta dada por: ariadnab119
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El presente artículo tiene como objetivo analizar cómo la formación del Estado argentino estuvo atravesada por los legados coloniales y las diferencias étnico-raciales introducidas por el nuevo patrón de poder (moderno y colonial). Siguiendo las aportaciones de autorxs decoloniales se estudian tres periodos históricos donde se desarrollaron distintas estrategias para homogeneizar culturalmente a la población que vivía en el territorio, en especial a los pueblos indígenas.

La rearticulación de la colonialidad del poder

Si bien durante los procesos de independencia de la Corona española los líderes latinoamericanos se aliaron con las clases populares (indígenas, negras y mestizas), luego asumieron como propias las ideas y necesidades de los centros hegemónicos de poder que eran más cercanas a sus intereses. Como explica Quijano la independencia y la formación de los Estados latinoamericanos se trataron de procesos de rearticulación de la colonialidad del poder, ahora liderados por las oligarquías criollas. Aunque estarían limitadas por el rol que les sería asignado en la formación del sistema capitalista mundial[1].

Los Estados latinoamericanos heredan, a través de la organización colonial, el modelo de Estado moderno donde una nación domina a otra dentro de un mismo territorio. Modelo vigente en España desde la segunda parte del siglo XV, donde la nación castellana mantenía el dominio sobre las demás naciones existentes en la península. En América Latina, a partir de 1810, los grupos blancos- mestizos dominarán a las demás naciones que habitaban dentro de sus fronteras. Los líderes que forjaron el nuevo Estado asumieron como propias las propuestas de modernización y progreso tratándose de distanciar en la mayor medida posible de lo autóctono, lo local.

En este sentido, Dussel[2] cuestiona la utilización de la noción “Estado-Nación” como sinónimo de Estado moderno, puesto que inicialmente ninguno de los Estados modernos estaba constituido por una sola nación. Para el autor sería más propio hablar de Estado de hegemonía o dominación uninacional sobre otras naciones. Las alianzas creadas durante los procesos de independencia entre clases contradictorias sería quebrada luego de la independencia: una nación central y dominante controlará al resto de las regiones y pueblos.

La necesidad de homogeneizar a la población y crear un sentido de unidad nacional en el continente americano estará atravesada por la violencia constitutiva de la modernidad y la colonialidad. En este sentido, la política que siguió el Estado argentino frente a los pueblos indígenas fue sistemática y continua en el tiempo, pese a que ciertos hechos históricos marcaron momentos culmines. La modernización del país, anhelada por las elites gobernantes, implicó y justificó el ejercicio de la violencia hacia quienes eran considerados como un obstáculo para tal proyecto. Además, se desarrolló una labor pedagógica tendiente disciplinarlos para adaptarlos a la vida civilizada y a homogeneizar a la población, a través del sentimiento de pertenecer a una misma y única Nación.

Sin embargo, al analizar la situación de Argentina, debe considerarse la heterogeneidad que existe en su interior. Las políticas nacionales no han tenido, ni tienen los mismos efectos en las distintas provincias. Como advierte Briones[3], no es sencillo hablar de todo el país cuando las prácticas y discursos hegemónicos no impactan de manera perfecta e igualitaria en las distintas provincias. Advierte la autora que existen estilos locales propios de construcción de hegemonía por lo que en las provincias existen diferencias en las formaciones de alteridad. Es decir, en cómo han sido tratados y pensados los pueblos indígenas que viven en el interior de las mismas. Pese a ello, entiende a los Estados como puntos de condensación que revelan cierta regularidad debido a operaciones que han sido normalizadas a través de distintos dispositivos y se encuentran sedimentadas en el sentido común de la población argentina.

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