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La formación de la ideología burguesa: de las persecuciones religiosas a las grandes revoluciones burguesas
Rubén Rivera 11 July 2018
Spanish Teoría
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En el ámbito de lo cotidiano, es decir ahí donde lo que priva no es un estudio científico de la realidad sino el sentido común, o más bien el prejuicio de la gente, resulta fácil encontrar opiniones que sin proponèrselo señalan muy bien el contenido ideológico de una época. La ideología entendida como un sistema de ideas que justifica un sistema dado y a la vez crea condiciones para su reproducción, no surge de la nada. Procede de las necesidades de la clase dominante, no obstante estas necesidades no se plasman en el conjunto de la sociedad de clases de manera automática. Toda nueva ideología tiene que enfrentarse con otra precedente o el algunos casos confundirse con ella, así mismo la ideología dominante para establecer su hegemonía tiene que enfrentarse a los demás sectores sociales apareciendo como su representante general, aunque en los hechos las combata con muchísimo más furor que a las viejas clases, tal es el caso de la burguesía respecto al proletariado.
[Source]
Muchas veces se ha señalado, parafraseando a Marx el carácter revolucionario de la burguesía:
“La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.
Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implacablemente los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores naturales y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas. Echó por encima del santo temor de Dios, de la devoción mística y piadosa, del ardor caballeresco y la tímida melancolía del buen burgués, el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas. Enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un