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Explicación:Primera etapa: Esta etapa comienza con el fin de la dictadura franquista y la transición a la democracia, la consecuencias del caso Watergate, el nacimiento de nuevos medios de comunicación como Interviú, El Pais o Diario 16.
Algunos autores, como Montserrat Quesada fechan el inicio del moderno periodismo de investigación en España en 1983, cuando el diario madrileño El País sacaba a la venta un libro titulado Golpe Mortal. Alegaba Quesada “es como si de pronto hubiese nacido “oficialmente” en España el periodismo de investigación en su versión moderna”
La permanencia del diario El Pais en el periodismo de investigación mediante libros duró unos 10 meses, debido según el diario a que tanto José Antonio Martínez Soler como Joaquín Prieto habían decidido experimentar nuevos rumbos profesionales en la televisión.
En esta primera etapa se quiere lograr la democracia por encima de todo, por ello que no se desarrolle plenamente el periodismo de investigación.
Segunda etapa: Se contextualiza dentro de la llegada del PSOE al poder, algo que precisamente no hace bien al periodismo de investigación español. Destaca la reducción de periódicos por debajo del 10% y la caída de la prensa ideológica.
La situación económica en estos años era muy mala: la Crisis del Petróleo, inflación, crisis… es algo que también afectó al panorama empresarial. El período que abarca los once primeros años de mandato socialista dibuja el marco donde se dan significativos casos de investigación en España, entendiendo estos como los realizados por profesionales a los que sus medios dedicaron expresamente a este tipo de actividad.
En la etapa de los primeros años del Gobierno socialista, los periodistas de investigación trabajan en equipo y lo hacen con pocos medios, pero liberados para trabajar en lo que les gusta y hacerlo libres de la rigidez de un horario y una mesa de redacción.
Comienza con esto una etapa de “guerra” entre los medios de comunicación y el partido de gobierno, el Partido Socialista. Daniel García Sánchez, senador socialista, manifestaba en el pleno del Congreso que «no todos los periodistas son sinvergüenzas, pero todos los sinvergüenzas son periodistas». Y Felipe González ese mismo año decía que «España no tiene un problema de corrupción, sino de opinión pública».
Tercera etapa: se corresponde con la salida del poder de Felipe González. Según él, el Partido Socialista ayudó a desarrollar la Constitución y acabó con el aislamiento internacional que había tenido España.
Durante la década de los 80 el PSOE tenía un gran apoyo por parte de la opinión pública, algo que se vio reflejado en las urnas, y consiguió grandes avances en el panorama político y social español, gracias a ello se puede afirmar que nuestro país es uno de los más descentralizados del mundo: las comunidades autónomas tienen un poder de decisión, unos recursos económicos y unas atribuciones de gasto inimaginables unos años antes.
En la esfera periodística, el periodismo de investigación consiguió sacar a la luz una serie de escándalos políticos que hicieron que la población española perdiera la confianza en sus representantes de gobierno: casos como el de Juan Guerra, hermano de Alfonso Guerra, que supuso la salida de este último del gobierno, el caso Filesa relacionado con la financiación irregular del partido socialista y otros casos de corrupción. Sin embargo el PSOE volvió a ganar las elecciones en 1996 con un estrechísimo margen sobre el PP. España vivía en lo que se conocía como la “cultura del pelotazo”, la España de los nuevos ricos gracias a las inversiones extranjeras tras la entradas en la Comunidad Europea.
En el ámbito de la prensa se entra en una nueva etapa del periodismo de investigación, marcada por una participación más allá de lo usual de los dueños de los medios de comunicación en las batallas que se libran en torno a la actualidad económica y política.
A los ya veteranos periodistas de investigación como Jesús Cacho, José Díaz Herrera, Mariano Sánchez o José María Irujo se unen otros nuevos, como Juan Luis Galiacho, Ramón Tijeras, Fernando Rueda, Encarna Pérez o Miguel Ángel Nieto, que deciden convertir sus numerosas investigaciones periodísticas en obras literarias.
Por otro lado es conveniente precisar que en esa fase del periodismo de investigación es verdad que abundan los dosieres, pero debido a que hay muchos periodistas trabajando en asuntos conflictivos con el fin de aclararlos. El periodista está haciendo su trabajo, mejor o peor, pero está en el sitio oportuno en el momento adecuado.