EL PRINCIPITO – Si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos de color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo. El zorro cayó y miró largo tiempo al principito.- ¡Por favor..., domestícame! –dijo. - Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas. - Sólo se conocen las cosas que se domestican – dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes de amigos. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame! - ¿Qué hay que hacer? – dijo el principito. - Hay que ser muy paciente –respondió el zorro -. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca. Al día siguiente volvió el principito. - Hubiese sido mejor venir a la misma hora –dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto: ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero, si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón. Los ritos son necesarios. - ¿Qué es un rito? –dijo el principito. - Es también algo demasiado olvidado –dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días; una hora, de las otras horas. - Adiós –dijo el principito. - Adiós –dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”. (Antoine de Saint-Exupéry, El principito) - EL PRINCIPITO “Mis Lecturas de 5o y 6o “. ¿QUÉ DICE EL TEXTO? ¿CÓMO LO DICE? AHORA, TÚ OPINAS REPASEMOS 1. Identifica y subraya los artículos que hay en la lectura.(el, la, los, las) 2. Identifica los verbos que hay en la lectura y escribe una oración con cadauno. 3. Haz una lista de los sustantivos que allí aparecen y escribe una oración con cada uno. 4. Inventa y contesta 5 preguntas relacionadas con la lectura. 5. Escribe una narración de cómo te has sentido en esta cuarentena. POR FAVOR ME RESPONDEN NO ME IGNOREN
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EL PRINCIPITO – Si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos de color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo. El zorro cayó y miró largo tiempo al principito.- ¡Por favor..., domestícame! –dijo. - Bien lo quisiera -respondió el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas. - Sólo se conocen las cosas que se domestican – dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes de amigos. Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame! - ¿Qué hay que hacer? – dijo el principito. - Hay que ser muy paciente –respondió el zorro -. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Pero, cada día, podrás sentarte un poco más cerca. Al día siguiente volvió el principito. - Hubiese sido mejor venir a la misma hora –dijo el zorro-. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto: ¡descubriré el precio de la felicidad!. Pero, si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón. Los ritos son necesarios. - ¿Qué es un rito? –dijo el principito. - Es también algo demasiado olvidado –dijo el zorro-. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días; una hora, de las otras horas. - Adiós –dijo el principito. - Adiós –dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.
Explicación:
*el principito dijo que los hombres no tenian imaginacion porque ya no piensan o imaginan cosas como lo hacen los niños*
Respuesta:
todo es cierto esta bien.
Explicación:
espero q te sirva y no te ignoraron xd