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Respuesta:
Respetarse a uno mismo es atender y satisfacer las propias necesidades y valores y expresar y manejar de forma conveniente sentimientos y emociones, sin hacerse daño ni culparse.
Aunque esta habilidad resulta básica para nuestro bienestar, a menudo vivimos dándole la espalda. Muchas personas guían su conducta según lo que los demás esperan de ellas, sin pararse a pensar en lo que ellas realmente necesitan. Este patrón hace que a menudo conozcamos a personas que han tomado decisiones vitales importantes teniendo en cuenta solamente el exterior, de forma que acallan lo que llevan dentro, lo que realmente son: escogen carrera según el anhelo de sus padres, deciden tener hijos porque a sus parejas les hace ilusión, e invierten muchas horas de sus vidas en actividades que no les hacen felices sencillamente porque es “lo que toca hacer”, lo que creen que se espera de ellos.
Mantener esta actitud de forma prolongada en el tiempo suele provocar problemas emocionales a largo plazo debido a una sencilla razón: las necesidades reales se pueden acallar momentáneamente, pero es imposible silenciarlas para siempre.
A menudo, la negación continuada de la propia satisfacción acaba saliendo a flote al cabo de los años en forma de un cansancio o insatisfacción difusos: uno tiene la sensación de que las cosas no acaban de ir bien, se siente como alienado de sí mismo. Esta sensación, aunque inicialmente desagradable, es extremadamente valiosa debido a que es la herramienta que usa nuestro interior para alertarnos de que llevamos algún tiempo “desconectados”. La metáfora del enchufe y la bombilla nos puede ser útil para comprender esto: cuando actuamos en consonancia con lo que realmente somos brillamos como si fuésemos una bombilla conectada a la red eléctrica. Sin embargo, cuando nos dejamos de escuchar a nosotros mismos y vivimos nuestra vida sólo teniendo en cuenta el exterior esta conexión se rompe: al igual que la bombilla, poco a poco nos vamos apagandoi y nuestra energía disminuye.
Respuesta:
nos debemos dar a respetar no debemos dejar que alguien nos haga algo si no queremos debemos respetar a los demás pero para respetar a los demás debemos respetarnos a nosotros primero debemos amarnos a nosotros nuestro cuerpo y nuestra manera de ser no debemos cambiar por otros amemonos nosotros