Respuestas
Respuesta: En la antigüedad, las guerras solían iniciarse por motivos de expansión territorial (es decir, por adueñarse de tierras cultivables o recursos económicos), como las guerras de conquista que el Imperio Romano desató a su alrededor en Europa, África y Asia.
Explicación:
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Las causas de la guerra pueden variar enormemente, dependiendo del contexto social, político, económico y cultural en que se producen, así como de los involucrados y su historia particular. Usualmente no existe una única motivación para la guerra, sino un conjunto de ellas y de variables contextuales, dado que la guerra es un asunto complejo.
En la antigüedad, las guerras solían iniciarse por motivos de expansión territorial (es decir, por adueñarse de tierras cultivables o recursos económicos), como las guerras de conquista que el Imperio Romano desató a su alrededor en Europa, África y Asia.
Muchas de ellas a menudo estaban envueltas en consideraciones religiosas o enfrentamientos culturales profundos, como fueron las numerosas cruzadas que la Iglesia Católica a cargo del Sacro Imperio Romano desataría luego contra los reinos árabes, contra los paganos, o por la reconquista de Jerusalén, ciudad tenida como sagrada en esa religión.