Respuestas
Respuesta:
La fotosíntesis se suele identificar con el típico proceso de fijación de dióxido de carbono (CO2) que realizan las hojas de las plantas. En conjunto, la reacción conlleva la reducción de la molécula de CO2 con electrones extraídos del agua, que a su vez se oxida a dioxígeno (O2) y se libera a la atmósfera como producto residual. El CO2 así reducido se incorpora en forma de glucosa al metabolismo celular. No obstante, en un sentido más amplio y preciso fotosíntesis significa reducción y posterior asimilación no sólo de dióxido de carbono, sino también de ciertas formas inorgánicas de nitrógeno (dinitrógeno, nitrato y nitrito) y azufre (sulfato y sulfito), los otros dos bioelementos primordiales necesarios para la síntesis de las macromoléculas biológicas (proteínas, ácidos nucleicos, lípidos, etc.).
Explicación:
Los organismos fotosintéticos que liberan dioxígeno a la atmósfera no son sólo plantas, sino también algas eucarióticas y cianobacterias. Los restantes organismos fotosintéticos (bacterias purpúreas y sulfurosas) emplean un compuesto reducido (ácido sulfhídrico, por ejemplo) en vez de agua como fuente de electrones y, por tanto, no desprenden oxígeno. A diferencia de la fotosíntesis oxigénica, la fotosíntesis anoxigénica requiere la participación de un único fotosistema clorofílico. La estructura tridimensional de este último se resolvió entre los años 1982 y 1984 por Deisenhofer, Huber y Mitchel, lo que les valió el premio Nobel, pero no fue hasta el año 2001 cuando se resolvió la estructura de los otros dos fotosistemas. De hecho, el año 2001 ha supuesto un avance espectacular en nuestro grado de conocimiento del modo en que operan los complejos fotosintéticos, abriendo así un prometedor abanico de perspectivas para mejor entender las bases moleculares de la reacción más importante del mundo vivo.