Respuestas
Respuesta:
Hacia finales del gobierno de Martín Rodríguez, por iniciativa de Bernardino Rivadavia, secretario de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, se enviaron misiones al interior de las provincias que habían formado parte del ex Virreinato del Río de la Plata con el objeto de invitar a las provincias a reunirse en el “cuerpo de nación” bajo el sistema representativo y republicano.
Circunstancias internas y externas hacían posible un nuevo intento de organización nacional:
Las provincias, superada la crisis que produjo la Anarquía del Año XX, habían organizado sus instituciones, entrando en una etapa de convivencia pacífica
Buenos Aires, recuperada, luego de la "gran experiencia", había demostrado su importancia política y económica para costear los gastos generales del congreso.
Gran Bretaña, decidida a reconocer la independencia argentina, exigía tratar con autoridades nacionales.
El Imperio del Brasil, proclamado en 1822, había incorporado la Banda Oriental y amenazaba con invadir el litoral argentino.
Después de lograr el consenso de las provincias, Buenos Aires fue elegida sede del Congreso General que se reunió en diciembre de 1824. Estaba integrado por representantes de las provincias elegidos en proporción al número de habitantes, uno cada 15.000 habitantes o fracción mayor de 7500.
Unitarios y federales[editar]
Entre los diputados que integraron el Congreso General de 1824 se encontraban algunos de los más destacados defensores del centralismo porteño, como Manuel José García, Julián Segundo de Agüero, Manuel Antonio Castro y Diego Estanislao Zavaleta. Además, Buenos Aires fue la provincia que contó con más diputados, debido a que era la que tenía más habitantes.
El federalismo, que se había afirmado en las provincias, no contó con suficiente representación. Sus principales defensores fueron Elías Galisteo, de la provincia de Santa Fe, y Manuel Dorrego, porteño, incorporado en nombre de Santiago del Estero.
Obra[editar]
Entre las normas más importantes que dictó el Congreso General de 1824 se destacan:
La Ley Fundamental[editar]
La Ley fundamental, sancionada en 1825, reconocía en sus siete artículos la vigencia de las instituciones de cada provincia hasta la sanción de una constitución nacional, la cual debía ser aprobada por las provincias; respetaba los gobiernos locales. Además, creó un Poder Ejecutivo Nacional Provisorio que se delegaba en el gobernador de Buenos Aires, con facultad para ejecutar las medidas del Congreso y manejar las relaciones exteriores; el Congreso se declaraba constituyente pero dejaba en manos de las provincias la aprobación definitiva de la constitución nacional.
Explicación: