Desde donde partió, que países atravesó, cuanto tiempo invirtió en su periplo y que obstáculos tuvo que sortear el General. San Martín
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El sóftbol se convirtió en un estilo de vida
Prensa Coldeportes
La labor que ha desempeñado Víctor Manuel Moreno en el municipio de San Martín de Loba (Bolívar) lo convierte en un hijo ilustre de esta tierra a la que llegó hace nueve años. Su profesión de docente la trasladó de las aulas al campo de juego.
Los 26 pupilos que dirige llegaron a su vida por coincidencia. Se cruzaron en el camino el día y la hora indicada. Casi que Moreno ha sido para ellos lo más parecido a un ángel guardián.
Cartagenero de nacimiento, Manuel es un amante del deporte, en especial del sóftbol. Esa pasión le ha servido para construir país, para hacer de la paz una realidad en una zona que sufrió los rigores de la guerra.
"Cuando llegué a esta región me propuse armar un equipo y lo logré en menos de lo que esperaba. Fue tanta la acogida que cada vez llegaban más curiosos a los entrenamientos", comenta el orientador, quien asegura haber encontrado en esta disciplina además de un estilo de vida, una herramienta idónea para la construcción de paz. (Escuchar audio)
En los XXIV Juegos Deportivos Social Comunitario por la Paz y la Convivencia que se realizan en Ocaña (Norte de Santander), sus dirigidos debutaron con pie derecho. Este lunes le ganaron 20-8 a su similar de Puerto Wilches. "Hemos hecho un trabajo con muchas dificultades porque los muchachos terminan sus jornadas laborales y de inmediato se van a entrenar. Algunos ejercen la minería y prefieren practicar que descansar", agrega.
Sus ojos retienen con esfuerzo lágrimas que quieren rodar por sus mejillas cuando afirma que este deporte ha sido tan importante en la vida de su grupo de jugadores, que en el hogar de uno de ellos terminó para siempre la violencia intrafamiliar. Como si fuera poco, logró alejarlos de cantinas y bares para acercarlos a las canchas, a veces improvisadas, de San Martín de Loba.
Los días miércoles y viernes son sagrados para el equipo, es tiempo de entrenar. Allí se prepara la estrategia que se va a implementar el domingo, cuando disputan partidos amistosos y disfrutan con sus familias.
A Víctor no se le acaban los elogios para su deporte. La experiencia lo respalda. La misma que quiere replicar en los más pequeños, razón por la cual ya les presentó a las autoridades locales, que lo han apoyado en su misión, un proyecto para crear escuelas infantiles en las que también se batee por la paz.