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Explicacion
Productos empleados en la técnica automovilística para proteger de la corrosión las superficies metálicas.Los fenómenos de corrosión de los motores, de los cambios y de los diferenciales se producen fácilmente por la condensación de la humedad atmosférica sobre las superficies férreas mecanizadas, ya sea durante el período de almacenamiento de las piezas o bien durante su funcionamiento. Igualmente provocan fenómenos de corrosión los ácidos que se forman en el aceite por efecto de la filtración en el cárter de los productos precedentes de la combustión, o por acción de recirculación de los mismos vapores en el cárter.Las substancias más usadas como aditivos anticorrosivos son los sulfonatos de los metales alcalinotérreos, que, juntamente con sus características anticorrosivas, presentan propiedades detergentes-dispersoras. Se pueden emplear también productos «ashless» (sin cenizas), como sales amónicas de ácidos sulfónicos o derivados amínicos.La corrosión en los circuitos de refrigeración proviene generalmente del oxígeno disuelto en el agua y, si se trata de agua potable, del cloro que contiene. Generalmente la corrosión tiene lugar dentro del motor, en los metales de que está constituido el circuito, como fundición, acero y aluminio.Para proteger el circuito de refrigeración de los fenómenos de corrosión y de las incrustaciones (que impidiendo un intercambio térmico eficaz provocan un aumento de temperatura del líquido refrigerante y aceleran la corrosión), se usan aditivos como benzoato y nitrato sódicos, dicromato potásico, etc., que inactivan las superficies metálicas. También pueden usarse aceites emulsionables que forman una película polar protectora y compuestos orgánicos que impiden la precipitación de las sales de calcio y de magnesio causantes de las incrustaciones.También la gasolina puede dar lugar a fenómenos de corrosión a causa del agua que lleve disuelta. Esto puede provocar inconvenientes en el circuito de alimentación de la gasolina, en los tanques de las estaciones de servicio, así como en los mismos depósitos de los coches. Para obviar estos riesgos se emplean aditivos variados, como alcoholes, ácidos grasos, aminas, aminas sulfonadas y fosfatos alquílicos. Estos compuestos, disueltos en los hidrocarburos, forman sobre las superficies metálicas una película protectora que se fija a ellas por absorción. Esta película es hidrófuga y, por tanto, impide que el agua se ponga en contacto con las paredes.
Productos empleados en la técnica automovilística para proteger de la corrosión las superficies metálicas.Los fenómenos de corrosión de los motores, de los cambios y de los diferenciales se producen fácilmente por la condensación de la humedad atmosférica sobre las superficies férreas mecanizadas, ya sea durante el período de almacenamiento de las piezas o bien durante su funcionamiento. Igualmente provocan fenómenos de corrosión los ácidos que se forman en el aceite por efecto de la filtración en el cárter de los productos precedentes de la combustión, o por acción de recirculación de los mismos vapores en el cárter.Las substancias más usadas como aditivos anticorrosivos son los sulfonatos de los metales alcalinotérreos, que, juntamente con sus características anticorrosivas, presentan propiedades detergentes-dispersoras. Se pueden emplear también productos «ashless» (sin cenizas), como sales amónicas de ácidos sulfónicos o derivados amínicos.La corrosión en los circuitos de refrigeración proviene generalmente del oxígeno disuelto en el agua y, si se trata de agua potable, del cloro que contiene. Generalmente la corrosión tiene lugar dentro del motor, en los metales de que está constituido el circuito, como fundición, acero y aluminio.Para proteger el circuito de refrigeración de los fenómenos de corrosión y de las incrustaciones (que impidiendo un intercambio térmico eficaz provocan un aumento de temperatura del líquido refrigerante y aceleran la corrosión), se usan aditivos como benzoato y nitrato sódicos, dicromato potásico, etc., que inactivan las superficies metálicas. También pueden usarse aceites emulsionables que forman una película polar protectora y compuestos orgánicos que impiden la precipitación de las sales de calcio y de magnesio causantes de las incrustaciones.También la gasolina puede dar lugar a fenómenos de corrosión a causa del agua que lleve disuelta. Esto puede provocar inconvenientes en el circuito de alimentación de la gasolina, en los tanques de las estaciones de servicio, así como en los mismos depósitos de los coches. Para obviar estos riesgos se emplean aditivos variados, como alcoholes, ácidos grasos, aminas, aminas sulfonadas y fosfatos alquílicos. Estos compuestos, disueltos en los hidrocarburos, forman sobre las superficies metálicas una película protectora que se fija a ellas por absorción. Esta película es hidrófuga y, por tanto, impide que el agua se ponga en contacto con las paredes.
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