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No olvidemos que el poder le pertenece a Dios y al Cordero (Salmos 62:11), que Cristo Jesús es el que da los talentos (S. Mateo 25:14-30) y la gracia para servir a Dios (Santiago 4:6) y que el Espíritu Santo puede usar con poder a quien Él quiera, siempre que el joven anhele ser usado por Él y se lo pida con un corazón humilde. No es el joven el que puede hacer grandes cosas, es el Espíritu Santo el que puede tomar al joven, a ese muchacho menospreciado, y usarlo como instrumento. Joven: No dejes que nadie tenga en poco tu juventud (1 Timoteo 4:12). ¿Recuerdas que Jeremías no creía que él pudiera ser usado por Dios sólo porque él era joven? ¿Qué le dijo Dios a Jeremías? Veamos qué dice la Biblia:
Así como Jehová Dios usó a Jeremías desde su juventud, ese mismo Dios tiene el poder, la potestad y el deseo de usarte también a ti desde tu juventud. La Biblia nos muestra la forma poderosa en que Dios usó a muchos jóvenes como instrumentos en sus manos y se glorificó haciendo grandes cosas por medio de ellos y en favor de ellos. Los jóvenes de la Biblia fueron tentados, su fe fue probada, en múltiples ocasiones se sintieron solos y tristes y lloraron, pero Jehová, el Dios de toda consolación (2 Corintios 1:3) los reanimó para que siguieran adelante; otros jóvenes de la Biblia le fallaron a Dios, pero reconocieron su pecado, su rebelión, y vinieron al Señor con un corazón contrito y humillado, y el Señor con amor los perdonó y restauró.
Tristemente hoy en día hay muchos jóvenes y adolescentes caídos espiritualmente, desanimados y aburridos dentro de las congregaciones.
¿Por qué hay tantos jóvenes caídos espiritualmente, desanimados y aburridos dentro de las congregaciones? Porque no están poniendo sus ojos en Jesús (Hebreos 12:2), sino en los hermanos de la congregación, y no han aprendido a ver a Jesús de la forma como lo hicieron los jóvenes que aparecen en la Biblia: No como una religión, sino como lo que Él realmente es: Un Dios vivo, santo, todopoderoso, al que podemos clamar y Él nos responderá (Jeremías 33:3). Es triste que hoy en día muchos jóvenes, cristianos o no, sigan pensando que Cristo Jesús es una religión más, o las cuatro paredes y las bancas de un templo. Jesús enseñó claramente:
El significado del verbo “permanecer” es: Mantenerse sin cambios en un mismo lugar, estado o condición. ¿Y en qué lugar enseña la Biblia que debemos mantener y fundamentar nuestra fe? En la Roca de nuestra Salvación que es Cristo Jesús ¿Y cómo podemos lograr esto? Poniendo la Palabra de Dios por obra (S. Mateo 7:24-29) y dime tú, joven: ¿En qué condición o estado quiere Dios que estés tú? Preparado, con aceite en tu lámpara (S. Mateo 25:1-13), esperando el sonar de la Final Trompeta para irte con Cristo Jesús en el arrebatamiento de la Iglesia (1 Tesalonicenses 4:13-18). Entonces ¿a qué conclusión podemos llegar?: Hay tantos jóvenes caídos espiritualmente, desanimados y aburridos dentro de las congregaciones porque no hay una relación genuina, íntima y sincera con el dador de la vida: Jesús.
Cuando el joven cristiano cree que Jesús y su evangelio son una religión más, nada tiene sentido, todo está vacío, todo es aburrido; el joven pierde su interés en guardarse en santidad para Jesús (Hebreos 12:14). El joven que piensa que Jesús es una simple religión de las miles que existen en el mundo, experimenta un vacío en su interior, e ir a la iglesia es sólo una obligación más que debe cumplir por exigencia de sus padres…y la práctica del pecado se vuelve algo normal y cotidiano en su vida, porque al considerar a Jesús “algo” (una religión) y no alguien (Su Señor y Salvador: una persona de la Trinidad de Dios), no le puede amar como Jesús quiere que el joven le ame (S. Juan 14:24).
¿Cuántos jóvenes han caído en pecado y han perdido el gozo de la salvación de Dios en sus vidas? Porque el pecado quita el gozo que Dios le da al cristiano aun en medio de la prueba, el gozo de la salvación. El pecado quita la sonrisa de tu cara, crea un vacío y culpa en tu interior. David, ese joven que era conforme al corazón de Jehová (1 Samuel 13:14), al caer en pecado, sintió todo eso, por tal razón él clamó a Jehová Dios diciendo:
David escribió el Salmo 51 después de haber sido reprendido de parte de Dios por medio del profeta Natán por haber dormido con Betsabé, mujer de Urías heteo (2 Samuel 11:1-27, 2 Samuel 12:1-25). Vemos que David perdió el gozo de la salvación de Dios a causa de su pecado. ¿Cuántos jóvenes al igual que David han perdido el gozo de la salvación de Dios a causa de su pecado? Joven, es necesario que veas que el pecado te quita el gozo, seca tu vida, y su paga es la muerte (Romanos 6:23). Mientras no dejes de ver a Jesús como una religión y no te arrepientas de tu pecado, el gozo que el Espíritu Santo produce en el cristiano, no vendrá a tu vida, sino que seguirás sintiéndote vacío y seco por dentro. La Biblia dice en el Salmo 32:
Explicación: