Respuestas
Explicación:
Usted vio que los japoneses son gente muy perfeccionista. Así que me esmeré… y fue un lujo.
Dice que hizo la mejor silleta de su vida. Una estructura cónica con palos de madera cortados al milímetro, sin astillas ni puntas ásperas, y armazón pintado en lugar de la tradicional madera viva. Las flores las llevaron en avión y las pegaron de apuro: pompones, siemprevivas y botones de oro, las que más duran, para dar forma a una bandera colombiana, una inscripción con kanjis y un montón de ramilletes de relleno. Una silleta de exportación para exhibir a Mickey y sus amigos.
Hasta que inició su carrera internacional Orlando había vivido siempre en Santa Elena, en un cerro al este de Medellín al que se llega por una carretera ondulante. Un poblado de muchas fincas repartidas en 17 veredas, dice y dibuja el mapa sobre la etiqueta de una botella de cerveza. Su familia, que llegó aquí en el 1900, celebra este territorio por sus cualidades climáticas, que les han permitido desplegar la floricultura a escala industrial, de la que vive Santa Elena y de la que parecen enorgullecerse todos los "paisas", como se llama a los habitantes de esta región de Colombia.
Los Grajales cultivan flores desde 1920 y ya durante la Segunda Guerra vendían sus tallos en cajones de cartón a Panamá. Tenían entre sus clientes a los soldados estadounidenses apostados en el istmo, que no ahorraban gestos de galantería para conquistar a las locales.
Orlando camina entre hortensias decorativas y caléndulas medicinales y estrellas de Belén y lirios peruanos y matas de ruda y ajo que se plantan para proteger a las flores más vulnerables. Las