¿Cual fue la razón para que los países de América latina decidieran que Estados Unidos interfiera en sus asuntos internos con la Alianza para el Progreso?
Respuestas
Respuesta:
no es ninguna novedad decir que durante muchos años Estados Unidos ha sido una potencia a nivel global, tanto militar como económicamente este alcance global de su poder ha hecho que a menudo quisiera influir en países o regiones que ellos consideraban claves para mantener su presencia a lo largo del planeta.
América Latina fue, casi desde el primer momento, uno de los primeros territorios donde exportar esa influencia. Así, como veremos, la presencia histórica de Estados Unidos en Latinoamérica es una colección de oligopolios empresariales, intervenciones arm4das, golpe de estado, avalanchas de dólares y bombardeos propagandísticos.
En el año 1823, el presidente de los EEUU James Monroe enunció la frase “América para los americanos”. Esta frase, muy lejos del significado xenofobo que alguna vez se le ha dado, era el pistoletazo de salida de la llamada Doctrina Monroe y del panamericanismo. Las cuatro palabras de Monroe venían a decir que los estados europeos no tenían derecho a intervenir en los asuntos americanos ni en los países que se estaban independizando en aquellos años o que se acababan de independizar, como todos los surgidos en Latinoamérica en los primeros veinticinco años del siglo XIX independizados de España. Sin embargo, durante muchos años, la frase de Monroe se convirtió más bien en un “América para los norteamericanos”.
Sin duda, el potencial de Estados Unidos fue aumentando conforme su expansión al oeste fue sucediendo, ya que como podemos ver, los Estados Unidos de principios del siglo XIX eran un 30% de lo que son hoy en día a nivel territorial, además de estar concentrada la mayoría de la población y de la actividad económica en la costa este. No pasó igual con los países latinoamericanos, herederos de una estructura social colonial elitista, con gobiernos inestables y con un distanciamiento entre la sociedad rural y la urbana considerable. Poco a poco se fue creando más espacio entre el poder creciente de los Estados Unidos y el cada vez más débil poder de los países latinoamericanos.
Países como México y Chile habían sufrido terribles guerras de independencia, guerras civiles tras la independencia, guerras entre estados por territorios, continuos golpes de estado dictatoriales y profundas crisis económicas causadas por todo lo anterior. Esto, por supuesto, había generado unas condiciones socioeconómicas internas deplorables, con unas élites políticas y económicas corruptas y oligárquicas y el distanciamiento abismal entre un mundo urbano comercial en lento proceso de industrialización y una sociedad rural mayoritaria abandonada completamente y sin ninguna posibilidad de desarrollo.
Con este caos y estancamiento latinoamericano, ya en el siglo XIX Estados Unidos había intervenido puntualmente en Uruguay (1858), Panamá y Nicaragua (1860), México (1876) y Chile (1891). Es a partir de 1900 cuando Estados Unidos da el paso hacia delante, cuando hace de América Latina lo que se ha llamado como su “patio trasero”.
Explicación
Básicamente porque los países latinoamericanos varias décadas atrás pasaron por guerras civiles, guerras entre Estados por territorios, golpes de estado dictatoriales y varios conflictos internos. En medio del caos Estados Unidos era el que intervenía.