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Puede que no veas el problema de la trata de personas, pero está ahí. Se estima que hay más de 24.9 millones de víctimas de trata de personas, trata humana o tráfico de personas en todo el mundo. Sin embargo, esto no es algo que solo ocurre en callejones oscuros en los rincones más alejados de la Tierra. Está sucediendo en todo el mundo todos los días
La verdadera definición del tráfico de personas. La trata de personas es el acto de reclutar, albergar, transportar, proporcionar u obtener una persona para el trabajo forzado o actos sexuales comerciales mediante el uso de la fuerza, el fraude o la coacción. Sin embargo, es importante señalar que la trata de personas puede incluir, pero no requiere, movimiento. Cualquier persona puede ser víctima de la trata de personas en su ciudad natal. En el corazón de la trata de personas está el objetivo de los traficantes de explotar y esclavizar a otros seres humanos.
Es una industria lucrativa. Junto con el tráfico ilegal de armas y drogas, la trata de personas es una de las mayores industrias criminales internacionales en el mundo. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dice que el trabajo forzoso genera $150 mil millones en ganancias ilegales por año. Dos tercios de ese dinero provienen de la explotación sexual comercial, mientras que el resto proviene de la explotación económica forzada, que incluye el trabajo doméstico, la agricultura, el trabajo infantil y actividades relacionadas.
Necesitamos hacer más por los inmigrantes. En todo el mundo, las personas están en movimiento. Muchos se han visto obligados a convertirse en inmigrantes debido a conflictos, un clima cambiante y la inestabilidad económica. Algunos de estos inmigrantes son vulnerables a la trata de personas. Un experto en derechos de las Naciones Unidas advierte que se necesita un nuevo enfoque. “La trata de personas en situaciones de conflicto no es una mera posibilidad, sino algo que ocurre de manera regular”, dijo Maria Grazia Giammarinaro, relatora especial de las Naciones Unidas sobre la trata de personas, en un discurso ante la Asamblea General de la ONU en octubre de 2016. “Esto significa que las medidas contra la trata deben integrarse en todas las acciones humanitarias y todas las políticas relacionadas con las personas que huyen del conflicto”.
Lucha contra el tráfico: las tres P, más un poco más El gobierno de EE. UU. Está a la vanguardia de los esfuerzos para abordar la trata de personas. Su política abarca las tres P: prevenir el tráfico, proteger a las víctimas y procesar a los traficantes. El número de condenas por trata de personas está aumentando, pero desafortunadamente no de forma proporcional a la creciente conciencia y extensión del problema. Hay varias razones para eso. Existe una ausencia de legislación contra la trata en algunos países. A veces, la legislación existe, pero los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y los fiscales pueden no saber cómo usarla. En algunos casos, las víctimas pueden no cooperar con el sistema de justicia penal porque han sido amenazadas por un traficante.
HAY 3 FORMAS EN QUE PUEDES AYUDAR A DETENER EL TRÁFICO DE PERSONAS:
Puedes alarmar sobre la trata de personas aprendiendo más.El tráfico humano a menudo se pone en las sombras de nuestra sociedad. Tú puedes sacarlo de la oscuridad y arrojar luz este gran problema al aprender más sobre los programas de CRS que atienden el tráfico de personas. Desde el 2000, CRS ha llevado a cabo 145 proyectos para combatir el tráfico humano que alimenta la esclavitud en todo el mundo. CRS usa las tres P’s, más “asociación” para proteger a los más vulnerables. CRS trabaja con escuelas y diferentes grupos comunitarios para enseñar a las familias cómo mantenerse seguros y ser más autosuficientes para que los traficantes no puedan ingresar. Para aquellos que han escapado de la trata de personas, CRS ofrece alojamiento temporal, atención médica y apoyo psicosocial usando consejeros locales. Trabajar así no se puede hacer solo y es por eso que las alianzas son tan importantes. A través de socios en todo el mundo, CRS ayuda a los gobiernos a fortalecer y llevar a cabo campañas y legislación contra la trata humana, enseña a los educadores sobre los derechos del niño y las leyes laborales, y apoya a las agencias policiales para que realicen su trabajo de manera más efectiva.