¿Mujeres de Argentina que han dedicado su vida al desarrollodel conocimiento cientifico ?
Respuestas
Respuesta:
Noemi Zaritzky, doctora en Ciencias Químicas: “Busco innovar, encontrar alternativas para lo que la sociedad necesite o la industria requiera”.
María Florencia Ogara, doctora en Química Biológica: “A la biología no la cambiaría por nada”.
Agostina Larrazabal, bioingeniera: “Me inspira desarrollar tecnologías que le sirvan a la gente”.
Respuesta:
Sandra Díaz, la científica cordobesa se encuentra dentro de un grupo de elite que representa al 1% de científicos más citados y referidos del planeta dentro de su especialidad, que son los estudios sobre biodiversidad del planeta (IPBES)
Sandra Díaz, la científica cordobesa se encuentra dentro de un grupo de elite que representa al 1% de científicos más citados y referidos del planeta dentro de su especialidad, que son los estudios sobre biodiversidad del planeta (IPBES)
Desde niña, Sandra Díaz disfruta al entender a las plantas. Cuando se recibió de bióloga en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), sabía que quería dedicarse a la investigación, y amplió su foco a todas las especies del planeta, a los ecosistemas en los que viven, y a las interacciones en los diferentes climas. En 2007, formó parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que ganó el Premio Nobel de la Paz.
Recientemente, la prestigiosa revista Nature destacó a Díaz como una de las científicas que hay que seguir en 2019. Con un equipo de 150 personas, la doctora lideró la realización del informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES, por su nombre en inglés), que le dirá a más de 100 gobiernos del mundo cuál es el estado actual de la biodiversidad después de revisar las evidencias científicas disponibles. Servirá para que los responsables políticos tomen decisiones.
"Será el primer informe intergubernamental sobre el estado de los ecosistemas del mundo y qué significa para la vida de las personas hoy", contó Díaz a Infobae. Tiene un enfoque interdisciplinario: en el equipo, participan ecólogos, economistas, ciencias sociales, y ciencias políticas. "Otro aspecto novedoso del informe es que incorpora información de los conocimientos locales, aportado por comunidades indígenas y por comunidades de campesinos", subrayó. Hasta ahora, las políticas públicas sobre ecosistemas han sido dominadas por los paradigmas de las ciencias naturales y económicas.
Aun con su trabajo global, Díaz no pierde su interés por el ambiente más cercano. Es investigadora superior en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, que depende del Conicet y la UNC, y hace diferentes estudios como indagar sobre las percepciones de la biodiversidad en comunidades de Córdoba. Sobre la situación de las mujeres en las ciencias dijo: "Por décadas, las mujeres tuvieron un rol de apoyo y en bambalinas. Hoy el rol de las mujeres está más visibilizado. Tenemos que ir a la vanguardia del pensamiento original".
Cuidado de las vicuñas con impacto económico y social: Bibiana Vilá
Bibiana Vilá recuperó el modo de esquilar de las vicuñas y contribuyó al desarrollo social y económico de la Puna, con un modelo que fue reconocido internacionalmente. (Yanina Arzamendia)
Bibiana Vilá recuperó el modo de esquilar de las vicuñas y contribuyó al desarrollo social y económico de la Puna, con un modelo que fue reconocido internacionalmente. (Yanina Arzamendia)
Otra científica argentina que integra la Plataforma IPBES es la bióloga Bibiana Vilá, quien se formó en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Tras graduarse, Vilá se fue como mochilera al Norte argentino, Bolivia y Perú, y quedó conmovida con las culturas locales. Como investigadora del Conicet, investigó la biología de la reproducción de las vicuñas. Hizo descubrimientos, publicó sus trabajos, y les mejoró tanto la vida a las vicuñas como a las comunidades humanas que viven cerca.
Con su equipo que está integrado por Yanina Arzamendia y otros investigadores, Vilá recuperó, revalorizó y adaptó el "Chaku" -que era el modo de manejar a los animales que tenían las comunidades hace más de 500 años- a las modernas prácticas de bienestar animal. Esa adaptación permitió que los pobladores pudieran obtener la valiosa fibra de las vicuñas con la esquila, sin matar ni dañar a los animales. "Hoy donde hay chakus, no hay caza furtiva porque los propios pobladores cuidan a las vicuñas, que ahora tienen más espacio y aumentan sus poblaciones. La fibra obtenida de cada vicuña queda en las cooperativas o las comunidades, siempre en manos del poblador local", comentó la doctora Vilá a Infobae. En 2014, la bióloga ganó el Premio Midori, otorgado por la Convención de Diversidad Biológica de Naciones Unidas y la Fundación AEON de Japón.
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