Respuestas
Respuesta:La guerra anglo-estadounidense de 1812, también conocida como la guerra anglo-americana o guerra de 1812 (War of 1812 en inglés) fue un conflicto que enfrentó a los Estados Unidos contra el Reino Unido y sus colonias canadienses que se desarrolló entre 1812 y 1815. Los enfrentamientos se dieron por tierra y por mar.
En un momento en el que el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda debía soportar un gran esfuerzo de guerra para hacer frente a la Francia napoleónica, el 18 de junio de 1812 los Estados Unidos le declaran la guerra con el fin de invadir los territorios canadienses pertenecientes al Imperio británico. Estos habían sido poblados a lo largo de cuarenta años por angloparlantes y mantenían numerosas relaciones culturales y comerciales con los Estados Unidos.
Entre otras causas de la guerra están las restricciones al comercio impuestas por el Reino Unido a causa de la guerra que mantenía en Europa contra Francia, el reclutamiento forzado de marineros mercantes estadounidenses para servir en la Marina Real Británica y el apoyo británico a los pueblos indígenas de Norteamérica que se oponían a la expansión de Estados Unidos.
Explicación:
Respuesta:El surgir de los Estados Unidos es uno de los hitos capitales de la historia de los últimos siglos, a la luz del papel que estaba llamado a jugar este país en todos los ámbitos de la sociedad humana de finales del segundo milenio y comienzos del tercero. En el contexto del siglo XVIII significó, además, un precedente de lo que acabaría siendo una primera oleada "descolonizadora" que incluyó al resto del continente americano media centuria después (1).
Uno de los propósitos principales de la historiografía contemporánea anglosajona ha sido estudiar las causas remotas de la independencia de las Trece Colonias. La lucha por la libertad frente al yugo de la corona británica, planteada por la historiografía "whig" decimonónica (2), o el contenido social y económico y las luchas de clase de la "concepción progresista" (3), actualizadas desde mediados de nuestro siglo por las corrientes neoconservadoras y neoprogresistas, han sido las dos soluciones más elaboradas y defendidas (4). Sin entrar en la discusión entre estas teorías, este trabajo pretende tratar dos cuestiones fundamentales en el marco del estudio causal de la revolución:
- Las relaciones entre las metrópolis europeas y sus respectivos imperios a lo largo de todo el s. XVIII, y su incidencia en el posterior proceso revolucionario. Un punto de vista que trasciende la "concepción imperialista" (5), ya que ésta sólo atiende a la lógica interna del imperialismo inglés, sin percatarse de que se halla en continua dialéctica con la del resto de los imperios vecinos, que se interrelacionan e influyen mutuamente.
- Dentro del ámbito anterior, el papel jugado por la monarquía hispana y sus colonias en dicho proceso y las consecuencias que se derivaron del mismo para éstas, superando la tradicional visión que otorga el protagonismo exclusivo a Francia en la colaboración para el logro de la independencia de las Trece Colonias.
Si el siglo XVIII contempló durante décadas la disputa de la hegemonía mundial entre Francia e Inglaterra, siendo España (y otras potencias como Austria, Cerdeña, Rusia o Prusia) en numerosas ocasiones el fiel de la balanza del poder, el episodio emancipatorio norteamericano no deja de inscribirse en esa lucha. Pretender desligarlo de la problemática general de tan dilatado enfrentamiento sería una falacia histórica
Explicación: