Respuestas
Respuesta:
en una tarde cualquiera, un muchacho entra en la oficina de un sacerdote y cerrando la puerta le pregunta: "Padre, ¿cómo sé si tengo vocación?". El Sacerdote, conociendo al joven, comprende que éste tiene inquietudes deseando saber si Dios lo llama al sacerdocio. La pregunta puede presentarse en otras formas, por ejemplo: ¿Qué es la Vida Religiosa? o bien el chico dice: "¿Cómo es la vida en el seminario? ¿Qué estudian?".
El caso es que de pronto un muchacho presiente que el Señor lo está llamando al Orden Sacerdotal. Todo su proyecto vital anterior se tambalea, pues despuésde años de estudio con la idea de ser ingeniero o doctor y estando el título ya cercano, ha perdido el interéspor su carrera y piensa cada vez másen las cosas de Dios. Lo que es más, duda mucho si de veras quiere a su novia o es nada máspor costumbre que la visita.
Dependiendo de la persona y sus inquietudes, hay que analizar caso por caso. Puede ser que se trate de una auténtica vocaciónal sacerdocio o simplemente de una ilusióno inquietud pasajera.
¿QUÉ ES LA VOCACIÓN?
Como suele suceder, las cosas másimportantes de la vida, son difíciles de definir. El concepto de vocaciónse presta a diversas interpretaciones y por tanto puede provocar confusión. Podemos usar la palabra vocaciónde diferentes maneras, en diversos niveles. Existen,por ejemplo, escuelas "vocacionales"; se dice que alguien tiene "mucha vocación" para algúnoficio o profesión; si un muchacho se sale del seminario "es que no teníavocación". Y tambiénhablamos de "vocaciónmatrimonial o religiosa". ¿De qué estamos hablando?
Explicación:
Respuesta:
Dios, que ha creado al hombre por amor, lo ha llamado también al amor, vocación fundamental e innata de todo ser humano, porque el hombre fue creado a semejanza de Dios, que es amor.
Desde su nacimiento, cada persona está destinada a la bienaventuranza eterna, el Cielo. Dios crea a cada uno con un propósito, una misión. Esa misión es lo que se conoce como vocación. Catecismo de la Iglesia Católica, 1604, 1703
Meditar con san Josemaría
Me gusta hablar de camino, porque somos viadores, nos dirigimos a la casa del Cielo, a nuestra Patria. Pero mirad que un camino, aunque puede presentar trechos de especiales dificultades, aunque nos haga vadear alguna vez un río o cruzar un pequeño bosque casi impenetrable, habitualmente es algo corriente, sin sorpresas. El peligro es la rutina: imaginar que en esto, en lo de cada instante, no está Dios, porque ¡es tan sencillo, tan ordinario! Amigos de Dios, 313
Me gusta ese lema: “cada caminante siga su camino”, el que Dios le ha marcado, con fidelidad, con amor, aunque cueste. Surco, 231
Tu felicidad en la tierra se identifica con tu fidelidad a la fe, a la pureza y al camino que el Señor te ha marcado. Surco, 84
El amor de Dios es celoso; no se satisface si se acude a su cita con condiciones: espera con impaciencia que nos demos del todo, que no guardemos en el corazón recovecos oscuros, a los que no logra llegar el gozo y la alegría de la gracia y de los dones sobrenaturales. Amigos de Dios, 28
La palabra "vocación" significa "ser llamado". Dios nos ha creado y nos llama a cada uno de nosotros a ser santos, a ser sus hijos adoptivos, a servir y amar a los demás, y en última instancia, a estar con Él en el cielo por toda la eternidad. Aunque esta es una llamada universal dirigida a cada persona, Dios además ha creado a cada persona y la ha dotado de una multitud de dones y talentos que tienen un enorme potencial para ser ejercidos dentro de un estilo de vida particular. Las diversas formas de vocación que nos ofrece Dios son:, la vida religiosa, la ordenación presbiteral, la vida matrimonial, y la vida de soltero.
Discernimento
El discernimiento es el proceso de búsqueda activa para conocer la voluntad de Dios en nuestra vida. Si queremos saber algo de alguien, ¿qué hacemos? En primer lugar, le preguntamos y luego escuchamos su respuesta. Así también pasa con Dios. En primer lugar debes preguntarle y luego debes escuchar su respuesta. A esta comunicación entre Dios y nosotros le llamamos oración.
A menudo, la parte más difícil para nosotros es la de escuchar, porque por lo general no se oye una voz que nos habla . Por eso debemos estar abiertos y listos para que Él nos hable de otras maneras. Esto podría ser a través de otras personas, a través de eventos o a través de una sincera reflexión. Dios nos habla a menudo. No siempre le estamos escuchando . El discernimiento es una forma activa y metódica de oración. También se recomienda dar otros pasos: tener un director espiritual, informarse sobre las diversas vocaciones, hablar con personas que viven en una forma alegre y activa su vocación, visitar seminarios o comunidades religiosas, comprometerse en el apostolado al servicio de los demás.
La oración es importante para todas las vocaciones, no sólo para la vida religiosa consagrada o el sacerdocio. Los que se sienten llamados deben hablar con Dios y escucharle. Cuando la oración no es un punto importante en el cultivo de tu vocación, nada funciona. Es como si un niño quiere convertirse en adulto sin escuchar a sus padres ni dialogar con ellos. La oración es una comunicación con Dios y no sólo un hablarle a Él. La verdadera comunicación comprende hablar y, lo más importante, escuchar. En una palabra: la oración es muy importante para cada vocación. Quizás es la parte más importante de una vocación.
No tengas miedo
Cualquiera que sea forma de vida a la que eres llamado, es importante no tener miedo de seguir el llamado de Dios y confiar en Él pues Él estará contigo en esta forma especial de vida. Para algunas personas el discernimiento lleva mucho tiempo, pero cuanto más tiempo emplees, tanto más difícil es tomar una decisión. Por lo tanto, el reconocer tu vocación y tomar una decisión sobre tu forma de vida, requiere creer en Dios y confiar en Dios con todas las fuerzas.
Si Dios te llama a la vida religiosa y sacerdotal y si el carisma de nuestro Fundador el P. Francis Jordán está cerca de tu corazón, te invitamos a unirte a nosotros y a convertirte en un religioso y/o sacerdote salvatoriano. Las mujeres son bienvenidas a unirse a nuestras Hermanas Salvatorianas. Nosotros estamos al servicio de todos y proclamamos a Jesús como el único Salvador del mundo.
Si Dios te llama a casarte o a vivir como soltero y además quieres participar activamente en la misión apostólica de nuestra Sociedad, te damos la bienvenida como laica o laico salvatoriano. De esta manera puedes trabajar para que Jesucristo sea ampliamente conocido y amado como Salvador del mundo.
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