¿Por que si todos fuimos colonizados en el mismo tiempo, por que hay todavía países en el subdesarrollo en América?
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Respuesta:
porque esos países no han sufrido la colonización de España
Respuesta:
Desde el principio, en el mismo «Nuevo Mundo» y en el mismo tiempo histórico, Estados Unidos solo consiguió un continuo éxito desmesurado que se veía representado en su prosperidad y envidiable estabilidad política.
Afirmar esto conlleva la estigmatización de traidor a una presunta raza que no se ve representada en lo que esta realmente es, sino en la «conciencia colectiva de un pueblo, homologada por la emoción territorial», como explica Ricardo Rojas en Eurindia (1924).
Sin embargo, pese a que nuestros mayores deseos de grandeza y deprimentes complejos de inferioridad nos inciten a querer afirmar lo contrario y a querer declarar que nuestros más grandes defectos son nuestras virtudes, y que las mayores virtudes de las potencias «imperialistas», son sus defectos, la verdad es innegable: Desde 1492 hasta nuestros días, Estados Unidos ha sido más próspera que Latinoamérica.
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Ya en 1783 Francisco de Miranda reconocía las virtudes y las diferencias de Estados Unidos con nuestra fracasada región. «Es imposible concebir una asamblea más puramente democrática», escribió Miranda en su diario al tener contacto con los primeros estadounidenses. «No puedo ponderar el contento y gusto que tuve al ver practicar el admirable sistema de la constitución británica», relató cuando asistió a la Corte de Justicia en Carolina del Sur, estado cuyo Gobierno despierta su admiración por ser «puramente democrático, como lo son todos los de los demás de Estados Unidos».
Miranda aprecia la completa libertad de culto que se observa en Estados Unidos, y atribuye las virtudes y prosperidad que encuentra en Estados Unidos a «las ventajas de un Gobierno libre [sobre] cualquier despotismo».
Unas cuantas décadas después, las cosas no habían cambiado mucho. En 1835 Alexis de Tocqueville también escribe sobre las virtudes de Estados Unidos en su imprescindible obra De la Democracia en América (1835).
Ya para entonces, Tocqueville alababa una «sociedad completamente libre», una sociedad compuesta por hombres públicos que ejercería la política de tal manera que la libertad estuviese siempre presente. También atesoraba la libertad de prensa en Estados Unidos, la cual impedía el desarrollo de varios males.
Todo eso ocurría en el norte, mientras que en Latinoamérica, la opresión, la barbarie, el salvajismo, el atraso y la miseria imperaban. Todo fue durante el mismo tiempo histórico y en el mismo «Nuevo Mundo»que fue descubierto en 1492. Por lo que cabe preguntarse: ¿Por qué Latinoamérica no ha sido tan próspera como Estados Unidos?
El «imperialismo» y la «dominación extranjera» serían las palabras que cualquier revolucionario utilizaría en su argumento para explicar el fracaso de Latinoamérica. Sin embargo, eso solo revelaría la más pura ignorancia con la que algunos «aventureros románticos» han acelerado la destrucción de la región.
Para entender la razón por la que Estados Unidos ha sido una región más próspera que Latinoamérica es necesario leer la imprescindible obra de Carlos Rangel, Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario (1976).
Los procesos independentistas
Nuestro fracaso se vuelve comprensible solo mirando los procesos independentistas en toda América. Los estadounidenses, antes de su independencia, no sentían desprecio por el Viejo Mundo, sino que querían «construir sociedades mejor que la europea, donde deberá existir la igualdad social y de oportunidades, y donde tendrán vigencia los derechos humanos juzgados naturales por el liberalismo», escribe Rangel.
Una vez que los americanos logran la independencia, estos se propondrán «mantener, desarrollar y mejorar la sociedad que había existido hasta entonces en esos territorios, no a subvertirlas». Es decir, la herencia británica iba a ser reivindicada, honrada y mejorada.
Rangel destaca que en las colonias inglesas de Norteamérica «el pensamiento de Locke había llegado a ser tan sutilmente difundido, tan influyente, tan inmediato, tan folclórico como ha llegado a ser el pensamiento de Marx y Lenin en el llamado Tercer Mundo».