- ¿qué efectos causaba en los estudiosos de ese momento, el enterarse de los contenidos de esos libros prohibidos?
Respuestas
Respuesta:
La censura ha existido desde que el hombre aprendió a escribir. Censurar textos es una forma de prohibir ideas e impedir que se difundan.
A menudo se trata de ideas contrarias al pensamiento mayoritario, que cuestionan la forma en que vivimos y cómo se organizan las cosas. Por eso, a veces, los gobiernos e instituciones en el poder aplican la censura para que nadie pueda poner en duda su autoridad.
A lo largo de la historia, muchos libros han sido censurados por predicar ideas contrarias al régimen de un país, o porque hablaban de temas prohibidos por la cultura o la religión.
La Biblia fue uno de los primeros. El Imperio Romano prohibió el cristianismo (una religión muy diferente a la religión de los dioses romanos) y también prohibieron la Biblia, el libro donde se explicaban todas las creencias cristianas.
Al cabo de los siglos, los romanos tuvieron que ceder ante la expansión de la nueva religión y al final del imperio convirtieron el cristianismo en la religión oficial.
La Iglesia Católica también prohibió muchas obras en el pasado. Textos y tratados sobre otras religiones, pero también libros sobre ciencia que anteponían el pensamiento racional a la fe cristiana.
Galileo fue juzgado y condenado por la Iglesia Católica por sus investigaciones sobre el cosmos. Tuvieron que pasar casi 400 para que la Iglesia retirara las acusaciones.
Galileo fue juzgado y condenado por la Iglesia Católica por sus investigaciones sobre el cosmos. Tuvieron que pasar casi 400 para que la Iglesia retirara las acusaciones. (Getty)
Libros para denunciar el poder
Para las dictaduras y regímenes represivos, los libros se convierten en armas peligrosas que pueden encender la revuelta. Por ese motivo, muchos libros que hablan sobre movimientos políticos e ideologías fueron prohibidos.
El clásico ‘Rebelión en la granja’ (1945) de George Orwell explica la historia de unos animales que quieren rebelarse contra el dominio de los humanos, aunque al final algunos animales acaban imponiéndose al resto.
Se trata de una metáfora sobre los peligros de un sistema autoritario y por eso se prohibió en algunos países como la Unión Soviética, Corea del Norte o China, cuyos gobiernos tal vez se vieron aludidos por la historia.
Explicación:
A veces, las autoridades no quieren que se conozca la parte más oscura de la realidad. El gobierno de Estados Unidos prohibió ‘Las uvas de la ira’ (1939), de John Steinbeck, porque hablaba sobre la pobreza que afectaba a gran parte de la población. Hoy en día, se considera uno de los clásicos de la literatura norteamericana.
Cuando el escritor indio Salman Rushdie publicó ‘Los versos satánicos’ en 1988, provocó una gran polémica en el mundo musulmán.
El libro fue considerado una ofensa para el Islam por la forma cómo habla sobre Mahoma, el profeta de la religión musulmana. En 1989, el Ayatolá Jomeini, líder religioso de Irán, emitió una fatua que sentenciaba a muerte al escritor. A día de hoy, Rushdie todavía recibe amenazas y vive con protección.
Cuando leer no es un juego
Los libros infantiles tampoco escapan a la censura, por más inofensivos que parezcan.
El clásico ‘Alicia en el País de las Maravillas’ (1865) de Lewis Carroll fue prohibido en China porque los censores opinaban que los animales no podían hablar, era un insulto a la inteligencia. En ese sentido, el Conejo Blanco era una mala influencia para los niños chinos.
El éxito superventas de ‘Harry Potter’ se publicó en 1997 y en seguida se hizo famoso en todo el mundo, pero no todos lo recibieron con el mismo entusiasmo.
Las historias de Harry, Ron y Hermione en Hogwarts fueron acusadas de promover la brujería y se prohibieron en países muy religiosos como los Emiratos Árabes y en algunas zonas muy conservadoras de Estados Unidos.
En 2007, un abogado inglés denunció que ‘Tintín en el Congo’, un cómic de Hergé publicado en 1931, era un libro racista y xenófobo que mantenía el discurso colonialista del siglo XVIII-XIX. Consiguió que los retiraran de todas las librerías del Reino Unido.