• Asignatura: Castellano
  • Autor: f3rnandha
  • hace 7 años

interferencias que se pueden dar en los textos orales ​

Respuestas

Respuesta dada por: rociodelpilarportuga
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Respuesta:

El propósito de este artículo es interrogarse sobre las características de las relacio-

nes que protagoniza el romance desde el ámbito de la oralidad hacia el de la es-

critura y su retorno a la transmisión oral (o por lo menos vocalizada), en un

período establecido, los siglos XVI y XVII, en función de determinadas interrela-

ciones culturales e ideológicas. En este sentido, parecería que en el siglo XVI,

cuando el romance se incorpora a la producción poética escrita, se opera una

transgresión, una especie de invasión triunfante de las prácticas orales hacia la

cultura institucional, para construir un espacio entre sus filas y regresar victoriosas

a la tradicionalidad de la cual habían partido. Esta afirmación inicial debe ser re-

lativizada, ya que dicho movimiento de apariencia ascendente (desde lo tradicio-

nal hacia lo “culto”), podría pensarse en realidad a la inversa, como un movimiento

descendente (desde lo “culto” hacia lo tradicional), operado a partir de la apro-

piación que efectúa el ámbito institucional-académico de un género tradicional

con la intencionalidad de utilizarlo como un vehículo de transmisión de determi-

nados mandatos.

Palabras clave: escritura, oralidad, romancero.

Las relaciones entre prácticas orales y escritas son mucho más complejas que las

planteadas por las teorías individualista y neotradicionalista en su controversia

sobre los orígenes de la épica románica. En el caso del romancero, ya es materia

verificable su difusión oral desde la Edad Media hasta nuestros días y es asimismo

innegable que el acceso a esa cadena de transmisión ininterrumpida fue también

posible a partir de la fijación escrita del fenómeno que se efectuó en momentos

puntuales de ese lapso, habiendo determinado en consecuencia la generación de

un circuito de recepción diferente al de la oralidad primaria en función de esa es-

critura.

El propósito de esta ponencia es interrogarse sobre las características de este mo-

vimiento que protagoniza el romance desde el ámbito de la oralidad hacia el dela escritura y su retorno a la transmisión oral (o por lo menos vocalizada), en un

período puntual, los siglos XVI y XVII, en función de determinadas interrelaciones

culturales e ideológicas. En este sentido, parecería que en el siglo XVI, cuando el

romance se incorpora a la producción poética escrita, se opera una transgresión,

una especie de invasión triunfante de las prácticas orales hacia la cultura institu-

cional, para construir un espacio entre sus filas y regresar victoriosas a la tradicio-

nalidad de la cual habían partido. Esta afirmación inicial debe ser relativizada, ya

que dicho movimiento de apariencia ascendente (desde lo tradicional hacia lo

“culto”), podría pensarse en realidad a la inversa, como un movimiento descen-

dente (desde lo “culto” hacia lo tradicional), operado a partir de la apropiación

que efectúa el ámbito institucional-académico de un género tradicional con la in-

tencionalidad de utilizarlo como un vehículo de transmisión de determinados va-

lores, con fines propagandísticos1

.

En primer término, para comenzar a entender la peculiar vitalidad del género

deben dejarse de lado las oposiciones oral-escrito (en correlación con las de po-

pular-culto) y pensar los siglos XVI y XVII como el período en el que, si bien signado

definitivamente por la primacía de la escritura a través de la tecnologización de

la imprenta, continuaron desarrollándose prácticas de transmisión oral y los cir-

cuitos de recepción siguieron pensándose como una audiencia. Para comprender

la compleja y fundante relación del romance con los ámbitos oral y escrito es cru-

cial tener en cuenta que la tecnología de la imprenta y todas sus consecuencias

sociales no entraron en contradicción con la esencia oral de producción y circula-

ción de los géneros poéticos orales, entre ellos el romance. Por el contrario, se in-

tegraron exitosamente, sobre todo porque desde un primer momento fue

captada su posibilidad de alcance masivo.

Ciertamente, esta adaptación no fue unidireccional ni dejó inalterado el mundo

oral. Godzich (1994, pp. 72-95) explica de qué modo la imprenta produjo un cam-

bio estructural en los circuitos totalmente orales: la audiencia que genera el texto

escrito es una audiencia in absentia. Ya no se produce el intercambio participativo

propio de la perfomance, sino que se constituye como un receptor capturado,

subyugado, persuadido de modo seductor por el texto que tiene nuevas maneras

de manipulación.

En esta etapa, la literalidad está vista como una forma de competencia tecnológica

que no está limitada a un conjunto de receptores particular sino que es incluyente

1 Las siguientes páginas retoman parte de lo desarrollado en Chicote (2012). “Introducción”. Esta

presentación se inscribe en el proyecto bajo mi dirección, H 686 “Tensiones y contactos en la tra-

dición lírica románica de la edad media y el renacimiento hasta sus proyecciones en la modernidad”

(UNLP).


yeison95: ALGUIEN ME LO PUEDE RESUMIR
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