Respuestas
Respuesta:
Incrustado entre las albinas pistas de nieve y las instalaciones deportivas de los Juegos Olímpicos de Pieonchang 2018 se encuentra el edificio más negro del mundo. Es tan negro que apenas puede verse. Esta es precisamente la principal premisa que impuso el gigante automovilístico Hyundai al encargarle el proyecto al arquitecto británico Asif Khan: romper las reglas fundamentales de la percepción.
Explicación:
Esta estructura externa de diez metros de altura contrasta con el interior, un cuadrado de 35 metros de lado completamente blanco y brillante. Puro diamante. A medida que el usuario avanza y sus ojos vuelven a adaptarse a la luminosidad, aparece la gran sala de agua. Algo ilusorio, volátil, que nace de la necesidad continua de generar nuevas sensaciones. Un espacio de relax hecho de corian que contiene una instalación multisensorial con diversos canales por los que discurren 25.000 gotas de agua por minuto y que circulan hasta un lago central. Los usuarios tienen la posibilidad de interactuar con la obra y alterar el ritmo de las partículas. Según palabras del propio Khan: “La experiencia de los que recorren el pabellón sería, en realidad, una materialización física de la producción de electricidad en el interior de un vehículo”.
Un espectro completo de contrastes. Oscuridad y luz. Peso y levedad. Arquitectura sólida y líquida. El edificio más oscuro del mundo. Nada más. O todo esto.