Realiza una comparación entre la dimensión religiosa y la trascendente de la persona. Dimensión religiosa Dimensión Trascendente
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Respuesta:
Crecer es trascenderse, salir del ensimismamiento natural, propio de la infancia. Los niños muy pequeños tienden a verse a sí mismos como el centro del universo, y a los otros y lo otro como prolongación, incluso como parte de ellos mismos. El crecimiento tiene algo que ver con ir saliendo de esa fase: tomar conciencia, poco a poco, de la alteridad de lo otro, i.e ver la realidad no como prolongación de mí, o parte de mí, o instrumento para realizar mi capricho, sino como otra-que-yo, algo que me trasciende, que está más allá de mí y que nunca termino dominando del todo. De esto habló Heidegger, no precisamente en términos religiosos, sino filosóficos. Su pensamiento es una reflexión centrada en el hombre –antropocéntrica–, y elabora filosóficamente la idea de trascendencia. A ello ya nos referimos a propósito de la «libertad trascendental», pero hay otros muchos desarrollos, en el pensamiento heideggeriano, de la noción de «ser-en-el-mundo» (In-der-Welt-sein) o «apertura al mundo» (Weltoffenheit) que van en esta línea.
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