Respuestas
Respuesta:
Él simplemente miraba por la ventana, pero al ver sus ojos me di cuenta de algo asombroso… Confirmé por completo que es cierto cuando te dicen que los ojos son la ventana del alma, porque esos brillantes y expresivos ojos color marrón que me miraban con tremenda intensidad e igual cantidad de curiosidad estaban contándome una historia de su alma, de su espíritu, de su vida.
Contaban historias de las noches desveladas en las fiestas más alocadas, que yo mismo recuerdo muy bien, que se las pasaba como si no hubiese preocupaciones en el mundo; de las melodiosas mañanas familiares, tan alegres y divertidas, en las que se creaban memorias con sus seres queridos; de amaneceres estudiando para completar sus metas propuestas, y de las tardes de pación pasadas al lado de la mujer más magnifica... Contaban tantas cosas, tantas memorias guardadas en lo profundo de su alma, mi alma, que perfectamente podría quedarme viendo esos ojos todo el día.
- “¿Qué te pasó?”, -me preguntó mi versión de la ventana, interrumpiendo mis pensamientos.
Finalmente aparté renuente la mirada, observando al mismo tiempo mi reflejo en el cristal; marrones ojos opacos ausentemente me devolvieron la mirada. Suspiré. Sonreí.
- “¿Y tú que crees? La vida”
Explicación: