• Asignatura: Religión
  • Autor: estefaniabecerra1306
  • hace 6 años

que puedes hacer para que tu familia sea mejor?

Respuestas

Respuesta dada por: harentonpe
2

Respuesta:

ayudarla en todo en la casa

Respuesta dada por: yosur23
3

Respuesta:

* Conocer lo que nos hace bien

Cuando las cosas no marchan sobre ruedas, es el momento de tirar de nuestras reservas de energía.

¿Cómo hacerlo?

Parece una tontería, pero si lo probamos, nos sorprenderá el resultado: pongamos a los niños a hacer un póster sobre 'lo me hace bien cuando me va mal'. Necesitas una cartulina grande, papel, colores, un pincel, revistas, catálogos, pegamento y tijeras. El niño puede pegar en la cartulina recortes de todo lo que le hace feliz, o bien puede pintarlo. Es muy importante no interferir cuando el pequeño busca cómo relajarse. Cada uno tiene que averiguar por sí mismo lo que le hace bien. Por cierto, tampoco estaría nada mal que los padres también se fabricaran un póster de 'lo que me hace bien cuando me va mal'.

* Expresar los sentimientos

La rabia, el dolor y la tristeza de los niños no desaparecen solos, aunque a los padres nos gustaría que fuera así de fácil. De hecho, sucede todo lo contrario, a veces, si los ignoramos estos sentimientos se vuelven más intensos, y para todos los implicados será más difícil manejarlos. Debemos:

Aceptar los sentimientos de nuestro hijo e intentar comprender por qué se siente así. Puede que esté estresado porque le exigen mucho en el cole, por problemas con sus amigos o porque no tiene suficientes cosas en su vida que le alegren la existencia.

Pensar en nuestras propias experiencias nos ayudará a entender cómo se siente. Hay que hacerle saber que le comprendemos y nos solidarizamos con él, pero sin caer en la tentación de darle consejos.

Cuando se haya calmado, intentaremos encontrar formas adecuadas para expresar esos sentimientos. Por ejemplo, si al pelearse con un amigo, nuestro hijo se ha disgustado tanto que le ha dado una patada, le ayudaremos a superar el sentimiento de rabia y le indicaremos cómo comportarse mejor la próxima vez.

* Regalar recuerdos

El día de su cumpleaños sería un bonito regalo escribir a nuestro hijo una carta relatando los acontecimientos más importantes, sus progresos y sus actividades favoritas a lo largo de todo el año. De esta manera, el niño tendrá una versión muy individual de la historia de su vida. Al cumplir los 18 años, como regalo especial, podemos encuadernar todas las cartas en forma de libro.

* Repartir las tareas de casa

Primer paso:

Haz una lista de los trabajos domésticos y dale una copia a cada miembro de la familia. Al lado de cada tarea, escribirá su nombre la persona que decida asumirla.

Segundo paso:

Cada uno anota junto al trabajo si...

Le gusta.

No le gusta demasiado.

No le gusta en absoluto.

Tercer paso:

Todos los miembros de la familia deben dar su opinión y valorar los trabajos que ellos no han marcado. Es el momento de intercambiar tareas o llegar a acuerdos. En cuanto a los trabajos que nadie quiere hacer, se recomienda establecer turnos. Podéis cambiar las tareas cada determinado tiempo para que pasen por todos sin que nadie se sienta discriminado por ser el único al que le ha tocado.

Cuarto paso:

Se llega a un acuerdo en cuanto al periodo de tiempo para asumir las nuevas tareas. Después se intercambian opiniones y, si fuese necesario, se fijan cambios y mejoras.

Quinto paso:

A los niños les costará menos cumplir con lo acordado si el grado de dificultad de las tareas sube de vez en cuando, esto es, no mandarles siempre las cosas como sacar la basura o secar los platos. A muchos les resultan más atractivas las tareas de más responsabilidad, como poner y vaciar la lavadora, cuidar las plantas o cocinar.También les encanta todo relacionado con las cuentas y el dinero.

* Sobrellevar el aburrimiento

El aburrimiento forma parte de la rutina diaria de los niños. Nuestro papel consiste en pasar esos ratos junto a ellos.

Esos periodos en los que no se sabe qué hacer dan mucho juego para ser creativos, pero eso no quiere decir que sean fáciles: el aburrimiento provoca sentimientos desagradables y pone a los niños nerviosos y quejicas.

Si tu pequeño es capaz de soportar la tensión interior, finalmente intentará remediar la situación por sí mismo.

De estos ratitos puede surgir cosas tan extraordinarias como una casa de muñecas de varios pisos hecha con cajas de zapatos.

* Mantener la calma

En el día a día de la educación de los hijos hay que reaccionar con rapidez. Te ofrecemos algunas ayudas simbólicas que te pueden orientar:

Tener siempre una brújula a mano. Nos indica la dirección y mantiene el rumbo educativo incluso en momentos de alta tensión. Para disponer de ella debemos fijar las metas educativas y de relación que queremos conseguir y pensar qué camino nos puede llevar hacia esa meta.

Pulsar el botón de pausa. En teoría, significa actuar conscientemente en lugar de reaccionar de forma automática. En la práctica equivale a esperar un momento y preguntarse: ¿Qué está pasando aquí? ¿Cómo debería reaccionar yo?

Explicación:

mejor respuesta xfavor regálame una coronita xfa me será de gran ayuda

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