cómo se da el proceso de cicatrización, y los cuidados necesarios para evitar la infección en las heridas.
Respuestas
Respuesta:
Explicación:
La mayoría de nosotros pensamos que las heridas ocurren a partir de accidentes. Pero las incisiones quirúrgicas limpias también se consideran heridas. También son heridas los lugares del cuerpo por donde se introducen tubos o catéteres en el cuerpo. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y ayuda a protegernos de los gérmenes (bacterias, hongos y virus) que viven sobre ella. Por lo tanto, cualquier cosa que rompa la piel es una herida porque, cuando se abre la piel, existe el riesgo de que entren gérmenes en el cuerpo y causen infecciones.
Cuanto más profunda, más grande o más sucia sea una herida, más cuidados necesitará. Por eso, equipos de médicos y de enfermeros especialmente formados y con experiencia en el cuidado de heridas trabajan conjuntamente para supervisar y tratar las heridas graves.
Los médicos y enfermeros empiezan evaluando las heridas basándose en su riesgo de infección:
Las heridas "limpias" (aquellas que no están contaminadas por bacterias) son las que se asocian a menor riesgo de infección, lo que facilita su cuidado. Lo más probable es que la incisión que haga un cirujano en la rodilla de un paciente durante una reparación del ligamento cruzado anterior sea una herida limpia, porque antes de operar el área se limpia con una solución antibacteriana y porque se trata de una parte del cuerpo donde el riesgo de infección es bajo.
Las heridas sucias o infectadas, como los abscesos, las rozaduras o los cortes profundos o las heridas por arma de fuego son otro cantar. Requieren un tratamiento especial, así como supervisión para prevenir las infecciones.
A veces, una herida está limpia, pero existe un riesgo de infección por el lugar del cuerpo donde se encuentra. Si la herida se encuentra en un área donde abundan las bacterias (como las vías urinarias, el sistema gastrointestinal o el sistema respiratorio, los fluidos u otras sustancias contaminantes podrían entrar en la herida y provocar infecciones. La suciedad o que haya entrado un objeto extraño en la herida también pueden aumentar el riego de infección.
Después de una cirugía la piel inicia inmediatamente el proceso de cicatrización. Durante este tiempo es importante que realices los cuidados especiales para evitar infecciones en las incisiones (heridas quirúrgicas) y así evolucionen adecuadamente.
Dieta
Llevar una alimentación balanceada para favorecer la cicatrización.
Es importante que consulte con su médico el tipo de dieta que debe llevar.
Higiene
Lavarse la manos con agua y jabón o usar alcohol isopropílico.
Baño de toalla o baño de regadera según lo indique su médico.
No sumergirse en tinas de baño o albercas después de una cirugía.
Actividad Física
Reposo en cama.
Puede subir y bajar escaleras con ayuda hasta que su médico le indique que lo puede hacer solo.
Utilizar andador, muletas o bastón para mayor seguridad.
No cargar objetos de peso mayor a 5 kg.
Realizar actividad moderada durante los siguientes 10 días.
Permítase periodos de descanso.
Reanude sus actividades hasta que lo indique su médico.
Recomendaciones para evitar infecciones en la herida quirúrgica
Antes de tocar la herida o al cambiar las gasas, lavar sus manos con agua y jabón, secarlas con una toalla limpia.
Mantener cubierta la herida por 48 hrs.
Si la herida está cubierta con el parche transparente, mantenerlo así hasta que se desprenda o retirarlo cuando su médico lo indique.
Limpiar su herida con agua y jabón diariamente durante el baño y mantenerla seca.
Si tiene algún drenaje cerrado o con succión, mantenerlo sellado. Si es necesario manipularlo, lavarse las manos y utilizar guantes desechables.
Si tiene úlceras en la piel mantenerlas limpias y secas, siguiendo las recomendaciones del cuidado por su médico.
Si su herida está cubierta con vendoletas, no es necesario cubrirlas durante el baño. Después de 4 a 7 días se caerán solas.
Si usted tiene un drenaje de tipo "pen rose" es indispensable cubrirlo durante el baño diario.
Consulte con su médico si, de acuerdo a la evolución de su herida, requiere de otros cuidados.
Realizar ejercicios respiratorios inspirando profundo por lo menos 5 veces cada hora o estimulando el reejo de la tos para facilitar la expulsión de las secreciones durante el día.