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ResApenas hay pecado contra el cual nuestro Señor Jesús advierte a sus discípulos más, que, cuidados, desconfiados de distracción inquietantes acerca de las cosas de esta vida. Esto a menudo insnares los pobres tanto como el amor a la riqueza hace a los ricos. Pero hay un cuidado por las cosas temporales, que es un deber, aunque no hay que llevar estas preocupaciones legales demasiado lejos. No os preocupéis por vuestra vida. No acerca de la duración de la misma; sino que se refieren a Dios para alargar o acortar como le plazca; nuestros tiempos están en la mano, y se encuentran en una buena mano. No acerca de las comodidades de esta vida; sino dejad lugar a Dios para que sea amargo o dulce como le plazca. Alimentación y vestido que Dios ha prometido, por lo tanto podemos esperar de ellos. No os preocupéis por el mañana, porque el tiempo por venir. No estéis ansiosos por el futuro, ¿cómo vivirás el próximo año, o cuando llegues a viejo, o qué habéis de dejar detrás de usted. Como no debemos presumir de mañana, así que no hay que preocuparse por el mañana, o los eventos de la misma. Dios nos ha dado la vida, y nos ha dado el cuerpo. Y lo que puede no hacer por nosotros, ¿quién lo hizo? Si nos preocupamos por nuestras almas y para la eternidad, que son más que el cuerpo y su vida, podemos dejar en manos de Dios para proveer para nosotros alimento y el vestido, que son menos. Mejorar esto como un estímulo para confiar en Dios. Debemos reconciliarnos con nuestro estado terrenal, como lo hacemos a nuestra estatura. No podemos alterar las disposiciones de la Providencia, por lo tanto debemos someternos y resignarnos a ellos. Consideración para nuestras almas es la mejor cura de reflexión para el mundo. Mas buscad primeramente el reino de Dios, y hacer de la religión su negocio: no dice que esta es la manera de morir de hambre; no, no es la manera de estar bien previsto, incluso en este mundo. La conclusión de todo el asunto es, que es la voluntad y el mandato del Señor Jesús, que por oraciones diarias podemos obtener fortaleza para soportar nosotros bajo nuestros problemas diarios, y para armarnos contra las tentaciones que les asisten y, a continuación, no dejó que ninguna de estas cosas nos mueven. Felices son los que toman el Señor su Dios, y hacen prueba plena de que al confiar enteramente a su disposición sabia. Que tu Espíritu nos convence de pecado en la falta de esta disposición, y le quita la mundanidad de nuestro corazon
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