Respuestas
Respuesta:
Un viejo sembrador estaba arando, cuando se le apareció el tigre y le dijo:
- ¿A que te como con bueyes y todo?
- No, señor tigre, cómo me va a comer, mi familia es pobre y necesita de mi y de mis bueyes.
- Te voy a comer lo mismo.
- No, señor, cómo me va a comer.
Estaban en que te como y que no me coma, cuando pasa por allí cerca un zorro, oye la discusión y se propone salvar al hombre. Se esconde detrás de unos poleos (1) espesos, y con voz muy gruesa y firma, le grita:
- Amigo, ¿no ha visto pasar por aquí al tigre? Lo ando buscando con doscientos perros para matarlo.
- Dile que no me has visto; si no, te como, - le dijo por lo bajo el tigre al hombre, creyendo que se trataba de un cazador de fieras. Dicho esto, se estiró largo a largo, y se quedó inmóvil.
- No, señor, no he visto al tigre desde hace mucho tiempo.
- ¿Cómo que no lo ha visto, amigo, y qué es ese bulto que está cerca de Ud.?
- Dile que son porotos.
- Son porotos overos, señor, que tengo para sembrar.
- Si son porotos, póngalos dentro de esa bolsa que tiene ahí.
- Ponme en la bolsa.
El hombre embolsó al tigre lo más pronto que pudo, y le contestó:
- Ya está, señor.
- Átele, amigo, la boca a la bolsa con un lazo para que no se le vuelquen los porotos.
- Has que me atas, pero deja abierta la bolsa, -le dijo el tigre al sembrador.
El hombre ató la boca de la bolsa lo mejor que pudo.
- Está muy esponjada esa bolsa, amigo, aplástela un poco con el ojo del hacha.
- Has que me pegas, pero cuida de no tocarme.
El hombre tomó el hacha y le pegó al tigre en la cabeza hasta dejarlo muerto.
Así, la astucia del zorro salvó al hombre y venció la crueldad del tigre.
Explicación:
Espero que te ayudé