• Asignatura: Religión
  • Autor: mglol
  • hace 7 años

4) ¿Qué confesó la Iglesia sobre la voluntad humana de Cristo?

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Catecismo (474-477) 2012-02-14 La voluntad humana de Cristo. El verdadero cuerpo de Cristo

JOSE IGNACIO MUNILLA

Un cordial saludo a todos los oyentes de Radio María. Un dia más, con la gracia del Señor, proseguimos el

comentario del catecismo de nuestra madre la Iglesia.

Estamos en el apartado que tiene como titulo: COMO es hombre el Hijo de Dios. Hemos afirmado que es

verdadero Dios y verdadero hombre. En este momento el catecismo dedica unos cuantos números a decir “¿y

como es eso?” y especialmente ¿Cómo es hombre?. Como se puede ser al mismo tiempo verdadero Hombre y

verdadero Dios. (Durante cinco minutos, hace un resumen del punto 472 y 473 ya transcritos).

Punto 474:

Debido a su unión con la Sabiduría divina en la persona del Verbo encarnado, el conocimiento

humano de Cristo gozaba en plenitud de la ciencia de los designios eternos que había venido a

revelar

Mc 8,31: “y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía de sufrir mucho, ser reprobado por los ancianos,

los sumos sacerdotes…

Mc 9,31: “mirad que subimos a Jerusalén, el hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes, lo

condenaran a muerte, le entregaran a los gentiles, se burlaran de El, le escupirán, le azotaran, le mataran y a los

tres días resucitara…

Jesús predijo en distintos momentos la pasión, El conocía lo que le esperaba. Y lo conocía como hombre, no solo

como Dios, Dios quiso revelárselo; a diferencia del episodio de Abraham e Isaac en el sacrificio, cuando van

caminando los dos hacia el monte Moria e Isaac le dice:¿A dónde vamos…?. El hijo no es consciente a donde va

caminando con el padre.

Esa imagen de Abraham e Isaac esta prefigurando lo que para el Padre supone entregar a Cristo en la cruz. La

generosidad de Dios Padre que no se reserva a su propio Hijo, sino que lo envía al mundo, por nuestra salvación.

Pero la imagen de Isaac es insuficiente para explicar como actúa Jesucristo –Isaac no se entera de lo que esta

pasando ahí-, quien tiene merito, en el fondo es el padre Abraham. Jesucristo es plenamente consciente de que El

entrega su vida; no solo el Padre entrega al Hijo, sino además el Hijo entrega voluntariamente su vida por la

salvación del mundo. Por eso convenía obviamente, que el Padre le revelase al Hijo que El iba a ser entregado, par

que su entrega fuese LIBRE, CONSCIENTE Y PLENA.

Por eso Jesús predice la pasión en diferentes ocasiones. Sobre todo en la última cena, celebrada en la víspera de

su pasión Él dice: ESTE ES MI CUERPO QUE SE ENTREGA POR VOSOTROS. Y lo dice la víspera, y lo celebra; en vez

de salir corriendo.

Jesús tenía un conocimiento como hombre profundo de los acontecimientos de la redención. No era ciego,; El

colaboraba, El llevaba a cabo la redención, no de forma ciega.

Lo que reconoce ignorar en este campo (cf. Mc 13,32), declara en otro lugar no tener misión

de revelarlo (cf. Hch 1, 7).

Se refiera aquí al texto de Mc 13, 32: “Mas de aquel dia y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el

Hijo, sino solo el Padre”.

Viene a decir que nadie sabe nada del dia final de la historia, del dia de la parusía.

Jesús como hombre, ese dato, el Padre no se lo ha revelado porque no sea necesario para la consciencia y libertad

de la entrega para la redención. Jesús, como Dios ¡claro que lo sabe!

Hch 1, 7: “Señor, ¿es en este momento cuando vas a restablecer el reino de Israel? –Jesús contesta-: “a vosotros

no os toca conocer el tiempo y el momento que ha fijado el Padre en su autoridad”

Aquí distingue entre ellos y El, que Jesús tiene un grado de conocimiento que ellos no tienen.

La voluntad humana de Cristo

De manera paralela, la Iglesia confesó en el sexto Concilio Ecuménico que Cristo posee dos

voluntades y dos operaciones naturales, divinas y humanas, no opuestas, sino cooperantes, de

forma que el Verbo hecho carne, en su obediencia al Padre, ha querido humanamente todo lo

que ha decidido divinamente con el Padre y el Espíritu Santo para nuestra salvación (cf.

Concilio de Constantinopla III, año 681: DS, 556-559). La voluntad humana de Cristo "sigue a

su voluntad divina sin hacerle resistencia ni oposición, sino todo lo contrario, estando

subordinada a esta voluntad omnipotente" (ibíd.,556

espero te sirva :\/

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