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Desde que se creó la Tierra, independientemente de cualquiera teoría existente, el planeta se ha vuelto en un ciclo de reproducciones por parte de los organismos para dejar sus huellas al mundo; tanto mediante la reproducción sexual como la reproducción asexual mediante la fecundación de gametos en las hembras. Estas reproducciones también han derivado, gracias a la naturaleza, las diferentes formas de dar vidas dependiendo de la especie de la cual hablamos, por mencionar algunas del diario vivir: a las vacas como vivíparos y las gallinas como ovíparos. También agregando la reproducción de los organismos unicelulares que se basan en la reproducción binaria o bipartición. Cabe destacar que muchos valores se toman en cuenta a la hora de la reproducción, como lo es el dimorfismo sexual que es definido como las variaciones en la fisonomía externa, es decir; forma, coloración o tamaño, entre machos y hembras de una misma especie. Esto ha llevado a los animales de cada especie a ingeniarse las maneras de crear estrategias reproductivas propias del animal y de atracción a su género contrario para poder reproducirse.