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Respuesta:Los jóvenes tenemos un rol fundamental en la sociedad del siglo XXI, porque demandamos un alto valor agregado a nuestros vienes inmateriales, que es básicamente el conocimiento, un bien infinito que nunca se acaba, que nunca se agota, todo lo contrario a los bienes materiales que algún día se agotarán, por ejemplo; el petróleo no será para siempre, es por este motivo que las nuevas generaciones debemos tener conciencia social, para fortalecer e instaurar los bienes infinitos.
Otro gran preocupación es el medio ambiente, un recurso grandioso y majestuoso, pero si en la actualidad no discernimos el maravilloso recurso que tenemos, los gases de efecto invernadero terminarán por destruir no solo a la naturaleza, sino al planeta entero, tal como lo reflexionó el Papa Francisco en su Encíclica; “En los países que deberían producir los mayores cambios de hábitos de consumo, los jóvenes tienen una nueva sensibilidad ecológica y un espíritu generoso, y algunos de ellos luchan admirablemente por la defensa del ambiente, pero han crecido en un contexto de altísimo consumo y bienestar que vuelve difícil el desarrollo de otros hábitos, por eso estamos ante un desafío educativo”.
Es ahí donde la generación del futuro debe tener un sello de calidad funcional, en proyectos que fortalezcan el desarrollo social e intercultural.
También es necesario fortalecer el rol de la juventud en un mundo marcado por la cultura digital, y en el que tenemos que aprender a posicionarnos, de modo que podamos utilizar todas las herramientas para tener una revolución del conocimiento en un ámbito que sea productivo y distributivo.
Como jóvenes emprendedores e innovadores de grandes proyectos debemos estar preparados para tomar la posta en iniciativas trazadas y planificadas para las pequeñas y grandes ciudades, lugares que se encuentran plagados de problemas estructurales; la droga, es una de ellas, este se ha convertido en uno de los principales males del mundo, convirtiéndose desdichadamente en un hábitat diario, agravando desmesuradamente el deterioro de las metrópolis en localidades poblacionales.
A estas problemáticas sociales la juventud está obligada a embestir con fuerza, con soluciones que sean organizativas y funcionales, ¿de qué manera?, sustanciando cada rincón del planeta con charlas motivacionales impartidas por ambientalista, exdrogodependientes y profesionales altamente cualificados y capacitados, emprendiendo microproyectos que den trabajo y desarrollo productivo, beneficios que sean rentables e inclusivos al beneficio del bien común de todos y todas.
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Respuesta:
Los jóvenes no son sólo el futuro del país, sino más bien, son el presente. Mucho de lo que ellos pueden hacer por el país en sus años adultos dependiente de lo que piensan, sientan y hagan hoy.
Los patrones clásicos de actualización de los jóvenes a la sociedad han cambiado de forma específica en los últimos tiempos. Tradicionalmente, el acceso al mundo adulto representaba la emancipación, la seguridad y la estabilidad social, así como el primer paso para ir siguiendo una mayor calidad de vida. Este acceso se hacía a través de la independencia económica que da el trabajo, elemento que aseguraba los mínimos para hacer una vida independiente y autónoma.
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