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edad media
La Iglesia en la Edad Media fue una institución muy poderosa ya que fue una época profundamente religiosa. Por eso, la Iglesia católica tuvo mucha influencia sobre la sociedad y, aunque existían otros credos, en el siglo XI Europa era en gran parte cristiana
En la Edad Media, la Iglesia Cristiana tuvo un rol decisivo. Fue la única institución que logró ejercer su poder a lo largo de una Europa fragmentada políticamente. ... Desde este rol preeminente, posibilitó el afianzamiento de una particular interpretación del mundo, diseñado y ordenado según los designios Dios.
La rosa historia del cristianismo durante la edad media abarca los hechos relacionados con el cristianismo desde la caída del Imperio romano de Occidente (c. 476) hasta la reforma protestante (s. XVI), que es cuando se considera que comienza el cristianismo moderno.
El cristianismo tuvo su otro momento de importancia luego de la caída del imperio romano de occidente, con el advenimiento de la Edad Media. En efecto, fue un elemento de cohesión cultural frente a la pluralidad de pueblos y de situaciones disímiles que atravesó Europa luego dela caída de la preponderancia romana.
División del cristianismo en la edad media El Cristianismo se había convertido en la religión oficial del Imperio Romano en el siglo IV (con Constantino, por el Edicto de Milán) y había empezado a extenderse entre las tribus germánicas antes de la caída de Roma.
Los Padres de la Iglesia son un grupo de escritores cuyas enseñanzas tuvieron gran peso en el desarrollo del pensamiento y la teología cristiana según su interpretación de la Biblia, la incorporación de la Tradición y la consolidación de la Liturgia, por lo que fueron dejando una doctrina en conjunto.
edad contemporanea
El volumen V de la Historia de la Iglesia Católica abarca los siglos XIX y XX, es decir, la época contemporánea. Desde la Revolución francesa hasta los albores del tercer milenio la comunidad creyente ha experimentado los retos de la Ilustración y de la transformación cultural, del liberalismo y del socialismo, la furia de las revoluciones, tanto burguesas como populares, el drama de dos sangrientas guerras mundiales, y el desarrollo de confrontaciones locales de todo tipo. Los cristianos han tenido que vivir, adaptarse e influir en una sociedad que ha cambiado profundamente y que ha buscado pensar y caminar al margen y, a menudo, en contra de una Iglesia que, por su parte, se ha renovado y extendido por los cinco continentes. En este sentido se puede afirmar con verdad que sólo en el siglo XX, sobre todo desde el Vaticano II, es una iglesia universal, presente en todos los pueblos y culturas y defensora de los derechos humanos y de la libertad de conciencia de todos los seres humanos. Tal vez es en este momento cuando se consigue aunar lo que tanto se intentó en el siglo anterior: Dios y libertad.