que situacion cambiarias o harias diferente en la iglesia

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Respuesta dada por: ymonsalvopolo
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3. Haz tu parte. Dios hará la suya en su justo momento

Fíjate metas concretas, con pasos cortos pero seguros. Tomaré como ejemplo alguien que sueña con eliminar la pobreza del planeta. Es un deseo genuino y que no debe perderse, pero un cambio tan grande no depende solamente de una persona. En ese caso, comienza por dar de comer a aquellas personas en situación de calle con las que puedes cruzarte en tu andar diario. Haz esto cada vez que puedas, quizás algún día logres abrir un comedor. «Dios no manda cosas imposibles, sino que al mandar te enseña que hagas cuanto puedes y que pidas lo que no puedes» (San Agustín).

4.  Trabaja en la causa que te interesa cambiar

Piensa en cuál es tu mayor preocupación por las realidades en las que vivimos y aporta tu granito de arena desde un grupo que se dedique a buscar el mismo cambio que tú deseas. Puede ser algún movimiento pro-vida, de ayuda al medio ambiente, algún hogar de niños, etc. De esta manera aprenderás mucho de los demás, los demás aprenderán de ti y como regalo hasta puedes ganarte amigos. «Yo hago lo que tú no puedes, y tú haces lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas» (Madre Teresa de Calcuta).

5. Corrige con paciencia los errores de los demás

Cuando somos nosotros los que cometemos alguna falta o no entendemos algo, quisiéramos que el mundo entero se detenga y nos explique qué, cómo, cuándo y dónde. Sin embargo, muchas veces nos cuesta perder algunos minutos de reloj con alguien que necesita de nuestra ayuda. Ármate de paciencia y ten por seguro que esos minutos que consideras perdidos, son los mejores invertidos. «Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas» (Mateo 7:12).

6. Sé un verdadero amigo

Jesús mismo nos habla del valor de la amistad: «Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre» (Juan 15, 15). Si crees que andas descuidando tu relación con algún amigo, llámalo e intenta quedar en una cita con él. «Un amigo fiel es un refugio seguro: el que lo encuentra ha encontrado un tesoro. Un amigo fiel no tiene precio, no hay manera de estimar su valor. Un amigo fiel es un bálsamo de vida, que encuentran los que temen al Señor» (Eclesiástico 6, 14-16).

7. Invierte tu tiempo en cosas que valgan la pena

Intenta llenar tu vida con obras de caridad, cumpliendo con todos los deberes que te corresponden. Alimenta tu espíritu con buenas lecturas y embellece tu vista con aquello que miras. «Es para mí una alegría oír sonar el reloj: veo transcurrida una hora de mi vida y me creo un poco más cerca de Dios»  (Santa Teresa de Jesús).

8. Perdona

¡Qué tarea tan difícil a veces!, ¿no? Si contamos con nuestras propias fuerzas, jamás podremos lograrlo. De nosotros puede venir el deseo de perdonar, pero la gracia de hacerlo viene únicamente de Dios

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