• Asignatura: Religión
  • Autor: esmeraldarequejoherr
  • hace 7 años

Qué pasó cuando todos estaban reunidos en la venida del Espíritu Santo​

Respuestas

Respuesta dada por: Danielacarpio2020
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Respuesta:

Cuando llegó el día de Pentecostés: Ahora era 10 días después de que Jesús ascendió al cielo (Hechos 1:3), y como Jesús les mandó que esperaran la venida del Espíritu Santo.

i. Los discípulos no desconocían la persona y la obra del Espíritu Santo.

Los discípulos vieron el Espíritu Santo continuamente trabajando en el ministerio de Jesús.

Los discípulos experimentaron algo del poder del Espíritu cuando salieron y sirvieron a Dios (Lucas 10:1-20)

Los discípulos oyeron a Jesús prometer una nueva obra venidera del Espíritu Santo (Juan 14:15-18).

Los discípulos recibieron al Espíritu Santo de una nueva manera después de que Jesús terminó su obra en la cruz e instituyó el nuevo pacto (Juan 20:19-23).

Los discípulos oyeron a Jesús mandarles que esperaran el bautismo del Espíritu Santo que los apoderaría para ser testigos (Hechos 1:4-5).

ii. Esperaban hasta que llegará el día de Pentecostés, pero ellos no sabían de ante mano cuanto tiempo tendrían que esperar. Sería fácil para ellos pensar que vendría lamisma tarde que Jesús ascendió al cielo; o después de 3 días, o 7 días. Pero ellos tenían que esperar 10 día, hasta el día de Pentecostés.

iii. El único posible presidente bíblico para esto podría ser Jeremías 42:7 Aconteció que al cabo de diez días vino palabra de Jehová a Jeremías. Pero, ¿quién habría sospechado eso? Dios usó este tiempo para destruirlos y después edificarlos. Podemos imaginarnos su paciencia, bondad y compasión fueron probadas durante este tiempo, pero todos se quedaron juntos.

Lo que este pasaje nos dice del regalo del Espíritu Santo.

El regalo del Espíritu Santo se nos promete a nosotros.

Vale la pena esperar el regalo del Espíritu Santo.

El regalo del Espíritu Santo viene según su voluntad, y muchas veces no como nosotros esperamos.

El regalo del Espíritu Santo puede venir no solamente sobre personas individuales, sino también sobre grupos (véase también Hechos 2:4, 4:31,10:44).

El regalo del Espíritu Santo muchas veces es dado mientras Dios trata con la carne y uno muere a sí mismo.

 Lo que este pasaje no nos dice del don del Espíritu Santo.

El regalo del Espíritu Santo es dado según un patrón.

Ganamos el regalo del Espíritu Santo por buscarlo.

Estaban todos unánimes juntos: Estaban reunidos todos, compartiendo el mismo corazón, el mismo amor por Dios, la misma confianza en su promesa, y la misma geografía.

 Antes que podamos ser llenados, debemos encontrar que somos vacios; por juntarnos en oración, en obediencia, estos discípulos hicieron exactamente esto. Reconocieron que no tenían los recursos en ellos mismos para hacer lo que podían hacer o debían hacer; en vez de eso tenían que depender de la obra de Dios.

 Y de repente vino del cielo un estruendo: La asociación del sonido de un viento recio que soplaba, llenando toda la casa, con el derramamiento del Espíritu Santo es inusual. Pero probablemente tiene conexión con el hecho que en los idiomas hebreo y griego la palabra para espíritu (como en Espíritu Santo) es la misma palabra para respiración o viento (sucede que es igual en el latín también). Aquí, el estruendo del cielo era el sonido del Espíritu Santo siendo derramado sobre los discípulos.

i. El estruendo de este viento recio haría que cualquiera de esos hombres y mujeres que conocían las Escrituras pensara en la presencia del Espíritu Santo.

En Génesis 1:1-2, es el Espíritu de Dios como la respiración/viento de Dios, que moviéndose sobre las aguas del recién creada tierra.

En Génesis 2:7, es el Espíritu de Dios, soplando vida en un hombre recién creado.  

En Ezequiel 37:9-10, es el Espíritu de Dios como la respiración/viento de Dios, moviéndose sobre los huesos secos de Israel devolviéndoles vida y fuerza.

 Esta sola linea nos dice mucho de como el Espíritu Santo se mueve.  

De repente: A veces Dios se mueve de repente.

Estruendo: Era real, aunque no se podía tocar, vino por los oídos.

Del cielo: No era de la tierra; ni creado o manipulado o hecho aquí.

Recio: Lleno de fuerza, viniendo con gran poder.

 Se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos: Estas lenguas repartidas, como de fuego, apareciendo sobre cada uno; también eran inusuales. Probablemente, también debe ser conectado con la profecía de Juan el Bautista de que os bautizará en Espíritu Santo y fuego (Mateo 3:11).

Explicación:

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