Microrrelato:el otro lado de la ventana • Tu microrrelato debe tener al menos 200 palabras y un máximo de 250. • Imagina que eres otra persona, alguien que camina frente a tu casa. Justo en ese momento, alguien se asoma por la ventana (eres tú). Sólo se miran por un segundo, pero hay algo en esa persona joven que le aterra o le asombra. Tú eliges. • Escribe lo qué pensó y sintió aquella persona que te vio por la ventana, como si tú fueras esa persona. • Comienza tu microrrelato con una de las siguientes frases: “Él/ella simplemente miraba por la ventana, pero algo en sus manos me llenó de terror…”. “Él/ella simplemente miraba por la ventana, pero al ver sus ojos me di cuenta de algo asombroso…”. Ayúdenme Tengo que hacer un video

Adjuntos:

NmW: Con él o ella?
Elloco10: Con cualquiera
Ariniwi: holaaa lograste hacerlo
arielp2718: si lo logre
Ariniwi: tienes wss o ig
Killylari: Hola me puedes ayudar con esa tarea por favor
pexoxabella: necesito ayuda de esa tarea
AldrinAndres: pasa foto amigo
dayannasantillanlede: pueden pasarme
dayannasantillanlede: por fas urgente!!

Respuestas

Respuesta dada por: angeltoms3
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Microrrelato de 200 palabras: El otro lado de la ventana.

En julio los días son de nubes, y las noches de lluvia. El reloj marca las seis, y el cielo anuncia una tormenta próxima. Los rayos empezaron a retumbar, uno tras otros. Me preparo un poco de café, y me siendo a lado de la ventana con un libro que había comprado hace años. No lo había leído, quizás por falta de tiempo, o por pereza. El libro es corto, me propuse terminarlo hasta que la lluvia cesara. Hasta el amanecer, o que los primeros años de luz tocaran mi ventana.

No he dormido en días, he tenido pesadillas. Le comenté a mi psiquiatra, y lo único que hizo fue aumentarme las dosis de los somníferos. Lo que ella no sabía es que hace un mes ya no los tomaba. ¿Qué sentido tiene beberlos? Sólo estar en un estado mental, en el que no sientes nada, no pienso en nada; me convierto en un zombie atrapado en las conductas que mi cuerpo acostumbra. Bebía café no porque quería, sino porque la inercia me llevaba a tomarlo; desayunaba, almorzaba y cenaba, no porque tenía hambre, sino por inercia. Había dejado de hacer lo que me gustaba: escribir, leer o sentarme a escuchar música. Nada tenía sentido, ni estaban cargados de emoción.

Ahora que dejé las pastillas, recuperé mis propias sensaciones, por ello puedo escribir lo que siento, dejando el alma entre letras; leo, para llenarme de pasión; y escucho cada canción, como si fuera la pieza más hermosa de la vida. Pero, todo tiene un precio; continuo desayunando, trabajando, me transporto y duermo perseguido de los tormentos de mi mente. Decidí saltarme las horas de sueño, sólo hasta que sean necesarios.

La lluvia empezó, y empiezo a leer; pero un tic tac constante asota la ventana. Veo hacia ella, y me encuentro mi reflejo. Sin embargo, el reflejo no se ve supérfluo como de costumbre, sino que parecía que estuviera afuera, y no adentro. Ese ser había reflejado algo que yo no había hecho, con el retumbar de un relámpago, pude ver la expresión de miedo y sorpresa que se ocultaban detrás de las gotas que escurrían sobre el vidrio. Me eché hacia atrás, cayendo de la silla reclinable y tumbando la tetera.

El otro ser detrás de la ventana, me clavó, con mis ojos, la mirada. Empecé a sentir miedo, pánico, me faltaba el aire. Los rayos iban aumentando en cantidad, uno tras otro, caían alumbrando al falso yo, debajo de la lluvia. La luz se fue, el silencio llegó. La oscuridad apenas se movía según la luz que emitían los rayos. Miedo, tengo mucho miedo. Sea quien sea, espero no ser yo. Que sea un brujo, un demonio o el mismo diablo. Me temo más a mí, que al castigo divino.

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Respuesta dada por: kmendozaluque
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OOKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKKK

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